Zhang Zhan fue encontrada culpable de “difundir información falsa” en sus crónicas sobre el primer confinamiento del mundo provocado por la pandemia de coronavirus.
La Unión Europea (UE) pidió hoy a China la liberación inmediata de la periodista y Zhang Zhan, quien ayer fue condenada a cuatro años de cárcel por su divulgar los momentos iniciales de la pandemia de coronavirus en la ciudad de Wuhan.
“La UE pide la liberación inmediata de la señora Zhang Zhan”, indicó el vocero del alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que extendió esa exigencia para una decena de abogados y defensores de los derechos humanos que actualmente también se encuentran en prisión en China.
Entre ellos, figura el abogado especializado en derechos humanos Yu Wensheng, encarcelado el 13 de diciembre y varios activistas pro derechos humanos.
Zhang fue condenada por “provocar disputas y problemas” durante su cobertura en redes sociales sobre la pandemia las primeras etapas del brote de la Covid-19 en el epicentro de Wuhan.
“Antes de su detención, había informado sobre la pandemia de coronavirus en Wuhan”, apuntó el portavoz de política exterior de la UE, Peter Stano, en un comunicado.
En su nota, Stano señaló que según “fuentes fidedignas Zhang ha sido sometida a torturas y malos tratos durante su detención y su estado de salud se deterioró gravemente, por lo que es fundamental que reciba la asistencia médica adecuada”.
La preocupación de Bruselas por el destino de estos activistas y los periodistas independientes chinos fue dada a conocer a pesar del impulso de la UE para firmar un importante acuerdo con China sobre inversiones.
Varios eurodiputados expresaron su preocupación de que el acuerdo, negociado durante siete años, envíe una señal incorrecta sobre los derechos humanos.
En la víspera, sin embargo, los representantes permanentes de los 27 Estados de la UE dieron su luz verde a la firma del acuerdo.
Zhang, oriunda de Shanghái, viajó en febrero a la ciudad central de Wuhan, cuna del coronavirus y en aquel momento bajo confinamiento, y decidió divulgar en redes sociales varios reportajes e información crítica sobre la caótica situación en sus hospitales.
En mayo fue arrestada y acusada de “provocación de disturbios, dar entrevistas a medios extranjeros y manipular maliciosamente” información sobre el brote.
En sus artículos denunciaba el confinamiento impuesto en Wuhan y una “grave violación de los derechos humanos”.
El proceso en su contra contra tuvo lugar poco antes de que una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegue a China el mes próximo para investigar los orígenes de la pandemia.