Dijo que gobierna con la polìtica de “escuchar al pueblo” y que, ante los reclamos, decidió derogarlo. Enfrentaba un duro paro del transporte.
En un mensaje a la nación el presidente Evo Morales derogó en la medianoche de ayer, viernes, el decreto que desde el pasado lunes había eliminado la subvención a los precios de los combustibles pero también había provocado unas graves protestas que exigían la derogación de la medida.
Morales informó de su decisión tras una prolongada reunión del Consejo de Ministros con líderes sindicales y organizaciones sociales que le son afines.
“Prometí gobernar obedeciendo al pueblo. En estos días escuché y entendí las recomendaciones de los trabajadores y en esta política de mandar obedeciendo al pueblo hemos decidido abrogar el decreto 748 y las otras medidas que le acompañan”, dijo Morales en una breve presentación junto al vicepresidente Álvaro García Linera en la Casa de Gobierno.
“Esto quiere decir que todas las medidas quedan sin efecto. No existe ninguna justificación ahora para subir los pasajes (de transporte), ni aumentar el precio de los alimentos, ni la especulación. Todo vuelve a la situación anterior”, explicó el primer mandatario.
La suba de precios de los combustibles ocasionó una escalada de precios en el transporte y en los alimentos. Los choferes profesionales sindicalizados comenzaron una huelga el lunes y las juntas vecinales y grupos ciudadanos protagonizaron violentas expresiones de rechazo.
Esta semana el mandatario recibió críticas de los sindicatos y los movimientos sociales que lo acusaron de tomar medidas “neoliberales” e incluso llegaron a pedir su renuncia durante sus protestas.
Las movilizaciones más violentas tuvieron lugar el jueves, en especial en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, que hasta entonces había sido una aliada incondicional del mandatario aimara.
Para el lunes estaban previstas nuevas protestas, entre ellas una marcha de miles de mineros desde el altiplano a La Paz, además de un paro en las empresas del sector y un bloqueo campesino de rutas, todo si Morales no derogaba el decreto.