En una reunión en la Rosada, Dujovne expuso sobre el control de los precios y Sica sobre las estadísticas laborales.
Un día después de afirmar que la economía “empieza a ordenarse” en el país, el presidente Mauricio Macri y su gabinete de ministros analizaron ayer, en un clima de inquietud, los vaivenes de la inflación, que según algunas estimaciones privadas podría volver a subir en este mes más allá del 2,9 por ciento registrado en enero.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, fue el encargado de describir ante Macri y sus ministros la situación actual, en la que matizó la preocupación con la “certeza” de ir por el camino correcto.
“Nicolás [Dujovne] dijo que se estaba haciendo exactamente lo que hay que hacer para que la inflación baje: disminuir el déficit fiscal bajando el gasto, sin emitir moneda”, contó a La Nación uno de los asistentes a la reunión, de la que participaron además el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el senador radical Luis Naidenoff, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que ingresó al Salón de los Científicos con la mirada hacia el piso y muy serio.
El futuro de Monzó estaría en la embajada argentina en España, adonde desembarcaría en abril próximo si es que Macri aprueba el traslado.