Supervisará “la respuesta a Siria”, anunció la vocera, Sarah Sanders. El allanamiento a las oficinas de su abogado personal.
A punto de lanzar un nuevo ataque en Siria, y envuelto en otra crisis interna luego de que el FBI allanara las oficinas de su abogado personal, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió su primer viaje a América Latina en el que iba a participar en la Cumbre de las Américas, en Lima, y a visitar Colombia.
En el marco del encuentro regional tenía previsto reunirse el próximo sábado con el presidente Mauricio Macri, entre otros mandatarios que asistirán al encuentro.
“El presidente permanecerá en los Estados Unidos para supervisar la respuesta estadounidense a Siria y monitorear los acontecimientos en todo el mundo”, anunció la vocera presidencial, Sarah Sanders, en un comunicado.
Trump se reunió anoche con sus jefes militares y habló por teléfono con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Estados Unidos y Francia han dicho que planean coordinar la respuesta militar al presunto bombardeo químico ocurrido el sábado último en Duma, en las afueras de Damasco, en el que habrían muerto al menos 50 personas. El régimen sirio de Bashar al-Assad y el gobierno ruso de Vladimir Putin han negado el ataque.
La atención sobre la crisis en Siria quedó eclipsada ayer por otra noticia: el FBI allanó ayer las oficinas de Michael Cohen, abogado personal de Trump, y capturó documentos y correos electrónicos gracias a una orden de un juez federal, una movida que indica que los fiscales le presentaron al magistrado pruebas suficientes de que la pesquisa aportaría evidencia sobre actividad criminal.
Furioso, Trump descargó toda su frustración por la ofensiva de los fiscales federales, ayer, al hablar con periodistas, y esta mañana, en Twitter.
El golpe pareció dejar descolocado al mandatario ya que Cohen tiene lazos profundos y de larga data con la familia Trump.
“El privilegio abogado-cliente está muerto”, tuiteó el presidente, a las 7.07 de la mañana. Un minuto después, la secuela: “¡Una caza de brujas total!”.
Cohen no sólo era el abogado personal de Trump sino que ha sido uno de los actores principales en el entramado de negocios de su imperio al participar en muchos de ellos, y fue quien le pagó 130.000 dólares (de su bolsillo, según su versión) a la actriz porno Stormy Daniels para que mantuviera en secreto un encuentro sexual con Trump.
Trump llegó a decir ayer que el allanamiento era “un ataque al país”, y volvió a ventilar la idea de despedir al fiscal especial del “Rusiagate”, Robert Mueller.