La muerte de Edson Arantes do Nascimento, Pelé, “O Rei” del fútbol mundial, conmocionó al planeta. El indiscutido mejor futbolista de la historia hasta la aparición de Diego Maradona -hay que anotar ahora a Lionel Messi con su consagración en el Mundial de Qatar- tuvo una vida de leyenda con más anécdotas que sus 1.284 goles anotados. Y una muy curiosa ocurrió en el estadio de Boca Juniors: la mítica Bombonera.
Con su inolvidable Santos, Pelé dio la vuelta al mundo jugando partidos amistosos y recaudando más dinero que en los partidos oficiales. Varias veces jugó en Argentina y por eso respetaba profundamente al fútbol “albiceleste”, a pesar de que en aquella época la Selección de Brasil estaba a años luz de diferencia con respecto a la Argentina (que igualmente en 1964 le ganó 3-0 en el Maracaná y se quedó con la Copa de las Naciones).
Pelé también jugó en muchas oportunidades por los puntos en tierras argentinas. Fue en 1963 cuando dejó una de sus mejores anécdotas por estos pagos. Santos llegó a la Bombonera para jugar la final revancha de la Copa Libertadores tras haber ganado 3-2 con dos tantos de Coutinho y uno de Lima, mientras que el “Nene” José Francisco Sanfilippo había marcado el doblete “xeneize”.
En Buenos Aires, Pelé sufrió el rigor de aquella época. Sin embargo, ante cada patada, se levantaba y pedía la pelota. Y cuando podía, devolvía los golpes con más violencia.
Sanfilippo metió el 1-0. Y después sucedió lo inesperado: “No sé si le rompió la tira o si lo hizo a propósito, pero como se le caían los pantalones, el juego estuvo parado. Ahí nos frenamos. Rattin lo levantaba y lo ayudaba. Yo le gritaba ‘Dejalo, pisale los tobillos, así no juega más. A mí allá me cagaron a patadas y vos lo levantás…’; Pelé, que escuchaba lo que pasaba y hablaba bien en castellano, me decía: ‘Sanfilippo, vocé e bom jogador, pero malo’”, rememoró el goleador en unas declaraciones a Página/12 en 2003.
Tras esa picardía de Pelé, que quedó en calzoncillos frente a toda la cancha, Santos dio vuelta el partido con un tanto de Coutinho y otro de “O Rei”, que se desquitó gritando su gol frente a los 60.000 hinchas de Boca que sufrieron la venganza del mejor futbolista brasileño de la historia.