Las temperaturas están bajo cero y la movilidad se dificulta, pero la guerra sigue. Los ucranianos se disponen a pasar uno de los inviernos más duros de su historia por los ataques rusos contra el sistema eléctrico y el posterior corte del servicio, que afecta a la calefacción. Las tropas de ambos países mantienen fuertes enfrentamientos en el este y sureste del país.
En este contexto, mucho se había especulado sobre un posible inicio de nuevas negociaciones. “Cuanto más tiempo demoren los ucranianos para iniciar la negociación, más difícil será lograr un acuerdo”, respondió ante TN el embajador ruso en la Argentina, Dmitry Feoktistov, durante una entrevista exclusiva. Aseguró, además, que el Kremlin seguirá adelante con su operación militar y que Rusia no está recibiendo militar de ningún país.
– ¿Cuál es la evaluación que hace Rusia del repliegue en Jersón y otras ciudades clave?
– Lo evaluamos como una necesidad militar, una decisión que no es nada fácil pero fue bien meditada y basada en la voluntad de preservar las vidas de la población civil de Jersón y militares rusos. De hecho, las Fuerzas Armadas de Rusia no tienen una tarea de mantener sus posiciones sin tener en cuenta las bajas. El objetivo es alcanzar el éxito de la Operación Militar Especial. En este sentido las cosas siguen de acuerdo con lo planeado, y da igual cómo los comenta la propaganda antirrusa. La situación en la línea de contacto es susceptible de cambios. El mando toma decisiones en base a muchos factores del carácter tanto táctico como estratégico. La historia de Rusia está llena de ejemplos de las maniobras de nuestras tropas. A veces se retiraban hacia el interior del país, pero en final lograban derrotar al adversario. Así sucedió durante las guerras con los invasores polacos en 1612, la Francia napoleónica en 1812 y la Alemania de Hitler en 1941-1945.