El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, anunció esta tarde que se toma licencia de su cargo luego de los escándalos por las filtraciones de supuestos chats con funcionarios judiciales y empresarios del Grupo Clarín por un viaje a Lago Escondido y conversaciones con Silvio Robles, vocero del presidente de la Corte, Horacio Rosatti; con Silvia Majdalani, exnúmero dos de la AFI, y con Marcelo Violante, titular de Dakota, empresa de acarreo contratada por la Ciudad de Buenos Aires.
“Necesito una licencia”, admitió D’Alessandro luego de una conferencia de prensa en la que presentó el mapa del delito en la Ciudad de Buenos Aires y la mejora en las cifras, según el ministerio de Seguridad que encabezó hasta esta tarde y que -transitoriamente, al igual que la licencia- quedará bajo la órbita del jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.
“Necesito contener a mi familia. Necesito tiempo para armar una defensa de esta operación de la que estamos siendo objeto. Parece que soy yo el foco pero es contra todos. Es una operación ilegal de inteligencia, en la que editan situaciones para crear cosas que no sucedieron. Pero no les importa, quieren crear caos institucional. Tengo que desarmar las falacias que se armaron”, justificó D’Alessandro los motivos de su licencia.
D’Alessandro había quedado en el centro de la pelea entre el Gobierno contra la Corte Suprema, Juntos por el Cambio y el Grupo Clarín cuando hace un mes se filtró un extenso grupo de chat que compartía con jueces, fiscales y altos ejecutivos del conglomerado mediático más poderoso del país en el que supuestamente se planeaba fraguar pruebas para justificar una supuesta invitación del Grupo Clarín para visitar Lago Escondido, la estancia del magnate inglés Joe Lewis a orillas de ese espejo de agua, una posesión polémica porque aún hoy hay un fallo de la justicia provincial que exige la apertura de un camino extra para asegurar la llegada de cualquier habitante al lago.
Esa primera filtración ocurrió horas antes de que la Justicia condenara en la causa Vialidad a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos a Cristina Kirchner, quien en su descargo tras conocerse la sentencia apuntó contra el Poder Judicial y argumentó que era “un Estado paralelo” junto con la oposición y el Grupo Clarín a partir de los chats atribuidos al celular de D’Alessandro.
La segunda filtración fue en los últimos días de 2022, cuando aparecieron nuevas presuntas conversaciones en las que el ahora licenciado ministro de Seguridad porteño recibe instrucciones y consejos para la estrategia judicial de la Ciudad en la disputa con Nación -en la que la Corte falló a favor de CABA- por los fondos de coparticipación federal.
El chat de D’Alessandro sería con Silvio Robles -vocero y mano derecha del presidente de la Corte, Horacio Rosatti-. Según lo difundido, es el propio Robles quien inicia la comunicación el 9 de noviembre al enviarle al funcionario porteño un link de una nota de la agencia Noticias Argentinas que informa que la Corte había rechazado la recusación que había presentado el Gobierno nacional contra Rosatti en el caso de la coparticipación de la Ciudad.
“En 5 te paso letra para que vos lo muevas”, le dice en otro tramo de la charla Robles a D’Alessandro sobre la estrategia de no dar quórum en Senadores para aprobar a los nuevos representantes de la Cámara baja al Consejo de la Magistratura, algo que JxC cumplió.
En otra conversación, Robles aconseja el camino que debía tomar Luis Juez en tribunales para quedarse con el lugar que la movida del oficialismo en el Senado pretendía quitarle.
El fallo a favor de la Ciudad por la coparticipación y el chat conseguido por el “hackeo” del celular de D’Alessandro provocaron que el presidente Alberto Fernández, con el apoyo de los gobernadores peronistas más cercanos a la Casa Rosada, apoyaron el pedido del Jefe de Estado de juicio político contra Rosatti.