La salida de los ultrakirchneristas Darío Martínez y Federico Basualdo, los bastiones de la “resistencia” a la segmentación de tarifas que impulsó Martín Guzmán y que ahora busca aplicar el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, provocó la reacción de La Cámpora, que busca marcarle el terreno al flamante “súper ministro” en la disputa de poder en la interna que vive hace meses el Frente de Todos (FdT).
“Sin Cristina no hay peronismo. Sin peronismo no hay país”, escribió en la red social Twitter el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, principal referente de “La “Cámpora” junto al diputado nacional Máximo Kirchner.
La salida de Martínez se conocía desde la semana pasada, pero la eyección de Basualdo se conoció en las últimas horas.
En lugar de Martínez asumirá Flavia Royón, que se desempeña actualmente como ministra de Minería en el gabinete del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, un aliado de Massa; y en el cargo de Basualdo lo hará Santiago Yanotti.
Con la llegada de aliados al massismo en la estructura de Energía, el líder del Frente Renovador podrá aplicar los aumentos en las tarifas que Guzmán nunca pudo hacer a su gusto por la negativa que Martínez y Basualdo realizaban constantemente, apoyados en la vicepresidenta Cristina Kirchner.
El mensaje de Larroque también aparece cuando la exmandataria decidió recusar al fiscal del juicio por la Obra Pública de Santa Cruz, Diego Luciani, y al presidente del Tribunal, Rodrigo Giménez Uriburu, por sus relaciones con el expresidente Mauricio Macri.
La novedad surgió a raíz de una nota publicada en Página/12 que reveló que Luciani -uno de los fiscales de la causa- y Giménez Uriburu no solo mantenían una relación cercana entre sí por jugar al fútbol juntos sino que además ambos participaron de un partido en la quinta “Los Abrojos” de Macri cuando aún era presidente.