Irán y Arabia Saudita anunciaron este viernes un acuerdo para reabrir sus embajadas y reanudar la cooperación en materia de seguridad y en ámbitos como el de la economía y el comercio.
Las relaciones diplomáticas entre Teherán y Riad, rotas desde 2016, se ha logrado gracias a la mediación de China y es otro golpe duro para EEUU en su disputa geopolítica y económica contra el gigante asiático, que quiere empezar a disputarle su influencia en Medio Oriente.
Cabe destacar que en la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos expresaron su gratitud a Pekín por acoger las conversaciones. “Se trata de una victoria para el diálogo y una victoria para la paz, que proporciona buenas noticias e importantes, y envía señales claras al turbulento mundo actual. Ucrania no es el único problema de este mundo. Hay muchas otras cuestiones relacionadas con la paz y la subsistencia de la gente que requieren la atención de la comunidad internacional”, declaró a los periodistas Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China.