Por Roberto L. Elissalde *
A raíz de nuestro articulo “La carne y la leche eran baratas”, llegó a nuestras manos un libro titulado “Asociación Argentina de Angus. 100 años de liderazgo” que Editorial Ferias y Congresos SA por intermedio de su titular Juan Carlos Grassi me hiciera llegar.
La cuidada edición, que salió en tiempos de pandemia, celebra el centenario de la primitiva Corporación de Criadores de Aberdeen Angus, para convertirse posteriormente en Asociación. Recuerdan a aquellos pioneros que en la oficina de la familia Guerrero en Venezuela 637, acordaron dar el impulso inicial: Alberto W. Brown (presidente); Benjamín Muñiz Barreto (vicepresidente); Ricardo Sauze (secretario), Juan Macdonald (tesorero), Héctor Manuel Guerrero (protesorero) y vocales: Carlos F. Guerrero Cueto, Juan Macdonald, William J. Grant, Jorge E. L. Corbett, Guillermo Alston, Francisco Muñiz Barreto, Juan Thompson, Alfredo F. de Urquiza, Federico Pasman, Jorge S. Dorado, Harold Brown, Eduardo Brown, Manuel A. Erausquin, Marías F. Erausquin, Kenneth Macdonald, Gustavo Muñiz Barreto, Eduardo E. O´Connor, Guillermo Pasman, Miles A. Pasman, Carlos Alberto Pueyrredon, Luis A. Sauze, Eduardo Tornquist. Aclaremos que al mencionarse el barrio se dice que la entidad nació en San Telmo, cuando en realidad ese domicilio de la calle Venezuela corresponde al barrio de Monserrat.
Los primeros ejemplares de la raza habían llegado casi medio siglo antes en 1875, cuando Santiago S. Ritchie adquirió algunos para su establecimiento en Chascomús; pero “quien será reconocido por la historia como el primer hacendado en introducir animales de esta raza puros de pedigree en la Argentina es Carlos Francisco Guerrero que importó un toro y dos vaquillonas en 1879”.
Carlos Francisco, era hijo de Carlos Guerrero, un malagueño que llegó a Buenos Aires en tiempos de Rosas y se dedicó al negocio de los botes y posteriormente de la navegación, que le dio un relativo bienestar, su madre Felicitas Cueto Montes de Oca estaba vinculada a viejas familias porteñas. El matrimonio se realizó en 1845 y pronto nació la primera hija Felicitas, casada con Martín de Alzaga, cuyo trágica vida es muy conocida; a la muerte de su marido y ya muertos los dos hijos con él habidos, quedó dueña de una de las grandes fortunas que a su desaparición pasó a poder de los Guerrero y fue la que hizo el poder económico de estos.
No se creyó a los Angus esta raza británica, la tercera que llegó al país precedida por los Shorthorn en 1823 hace dos siglos y los Hereford en 1862, capaces de resistir los campos argentinos y eran llamados por su bajo porte como “animales de jardín”. A su llegada el toro “Virtuoso” y las vaquillonas “Aunt Lee” y “Cinderella” fueron enviados al establecimiento de Gurrero en el partido de General Madariaga. Ante las críticas el importador escribió: “la cruza de Aberdeen Angus sobre Shorthorn da excelentes resultados en lo que respecta a la calidad de la carne… es un hecho que estas especialidades de carnes, tan solicitadas por los carniceros, son bien pronto adquiridas por los éxitos que alcanzan en todos los animales que tienen en su sangre mezcla de Aberdeen Angus con Shorthorn”. Palabras proféticas porque ante el reconocimiento que tuvieron nuestras carnes en el Reino Unido, los estancieros locales Roth, Villanueva, Brown, Sauze, Hogg, Unánue y Urquiza siguieron sus pasos.
Carlos Guerrero fue el propietario de la mayor cantidad de cabezas de ganado, uno de los grandes estancieros del país entre las que se encontraban: San Antonio (Olavarría, Buenos Aires); La Primavera (Estación La Nacional FCGSM, Córdoba), La Penca (Estación Buena Esperanza FCGSM, San Luis); El Parque (Estación Chamaicó FCDFS, La Pampa), María Ignacia (Estación Carlos María Naón FCDFS, Buenos Aires), Retaguardia (Estación Charlone FCGSM, Buenos Aires) y La Salada (Castelli, Buenos Aires).
Este es el comienzo de la raza Angus, que medio siglo después agrupó a los productores y a más de 100 años de existencia ha logrado colocar el producto en los mejores mercados del mundo. La entidad ha participado de foros mundiales y ha organizado incluso encuentros internacionales en 1975 y 1989 en nuestro país. A los ya citados Brown y Pasman, se agregan Ricardo Pearson Hale, Hector Manuel Guerrero, Ricardo Sauze, Manuel A. Erausquin, Rodolfo I. Zuberbühler, Salvador H. Socas, Carlos Héctor Guerrero, Luis J. Firpo Miró, Juan Carlos Larrouy, Ignacio I. Zuberbühler, Horacio F. Gutiérrez, Marcos A. Areco, Carlos Guerrero, Marcos Raúl Firpo, Martín Lizaso Bilbao, Juan I. de Ezcurra, Luis María Firpo Brenta, Ricardo J. Orazi, Alejandro Salemme, Leo Werthein, Alfredo Gusmán, Sebastián Rodríguez, Alberto Guil y Alfonso Bustillo, la galería de presidentes que la han conducido en muchos casos por varios períodos.
Quien quiera interesarse en estos temas, el magnífico libro dedicado a la raza que la Editorial Ferias y Congresos ha publicado, no solo recorrerá la historia de los Angus sino también buena parte de la historia del país, al que estos productores tantas veces han servido, con un producto emblemático como es nuestra carne en el mundo.
* El autor es Historiador. Vicepresidente de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.