Este sábado se disputará en Estambul, Turquía, la final de la Champions League, el torneo de clubes más importante del mundo, que consagrará al Manchester City o al Inter de Milán como el mejor equipo de Europa y -virtualmente- como el mejor del planeta.
Más allá de los fanáticos de ambos clubes (en el inglés está el argentino Julián Álvarez y en el italiano nuestro Lautaro Martínez), llegarán a la ciudad más importante de Turqía decenas de miles de turistas para aprovechar las maravillas culturales, históricas y gastronómicas que pueden disfrutarse en esta milenaria urbe ubicada a orillas del estrecho de Bósforo que separa el Negro al norte y el mar de Mármara al sur.
En una parte de la ciudad, la más histórica y tradicional, está en el continente europeo, mientras que otra gran parte de su territorio se encuentra en el continente asiático, por lo que los habitantes de esta gran ciudad conviven con el hecho de cruzar permanentemente de un continente a otro.
Los turistas, en su gran mayoría, concentran su atención en el centro histórico donde la majestuosa Santa Sofía, la preciosa Mezquita Azul o el impresionante Palacio Topkapi, sobresalen en la consideración de los extranjeros.
Pero es el Gran Bazar el que resume la esencia de Turquía, con más de 4.000 tiendas repartidas en 58 calles que reciben cada día cerca de medio millón de visitantes.
Con más de 15 millones de habitantes, la mayoría de religión musulmana, Estambul es una de las ciudades más pobladas del mundo y tiene un ritmo frenético, con automóviles circulando a una velocidad asombrosa.
Aunque tiene un buen servicio de transporte público, por momentos la ciudad es un caos; pero basta con adentrarse en callecitas adyacentes a las principales arterias para encontrar un mundo distinto, más sereno, con personas degustando un café mientras juegan a las cartas o simplemente sentados junto a la acera en mera actitud contemplativa.
Pero hay una característica más de esta ciudad que asombra, y es que es el paraíso de los gatos. Estambul es una de las ciudades en el mundo donde se pueden encontrar gatos en cualquier sitio: por las calles, en las tiendas, descansando en los restaurantes e incluso en las estaciones de tren. Todos estos animales son cuidados y alimentados por los habitantes de la ciudad.