En el teléfono celular de Brenda Uliarte, la novia de Fernando Sabag Montiel, la Justicia encontró planes de otros intentos de atentados contra Cristina Kirchner cerca del departamento de Juncal y Uruguay, por lo que la jueza federal María Eugenia Capuchetti ordenó nuevamente el secreto de sumario en la causa donde se investiga el ataque contra la Vicepresidenta del 1° de setiembre.
Según fuentes de la investigación, el informe pericial que recibió la magistrada sobre el teléfono incorpora nuevas pruebas incriminatorias contra la joven, que se encuentra detenida desde el domingo 4.
En el mismo, había una serie de mensajes entre Uliarte y Sabag Montiel sobre un intento previo de ataque a la presidenta del Senado, de acuerdo a lo que confirmaron fuentes de la causa.
El presidente Alberto Fernández, entretanto, aseguró hoy que “los culpables” del intento de asesinato de CFK decían que él iba a ser “el próximo” objetivo.
Los mensajes entre Sabag y Uliarte
Las fuentes aludieron al contenido de los intercambiados entre los acusados durante la semana previa al ataque en los que hablaban de la “presencia de cámaras de C5N”, e intercambian detalles de los horarios y del movimiento de los militantes en el lugar.
Uno de los mensajes que de atacante a su pareja fue: “Ella (por la Vicepresidenta) ya subió, ya no creo que salga a esta hora así que ya fue, deja, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”.
Antes de esto, Sabag Montiel le contó que estuvo muy cerca del gobernador bonaerense Axel Kicllof, quien el día que el gobierno de la Ciudad colocó las vallas afuera de la casa de CFK se acercó a saludarla a su departamento. En base a esto, contó: “Le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió a su auto Toyota Ethios”.
Sobre este intercambio, que daba detalles de los movimientos, es que los investigadores especificaron que “hubo un ataque planificado que no se realizó y fue cerca del 27 de agosto”. Lo que aún no queda claro es si hubo detrás una organización o un grupo de personas concertadas para llevarlo a cabo.
La magistrada supervisó durante el fin de semana las tareas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que dividió el análisis pericial de seis celulares -incluido el de Uliarte- en un estudio de imágenes, otro de geolocalizaciones y un tercero sobre las comunicaciones.
En un documento ingresado al expediente la PSA determinó, por el análisis pericial del celular de Uliarte, que ella estuvo en las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner en los días previos al ataque.
Para la Justicia, fue todo premeditado
Pero no solo las imágenes determinaron que se encontraba cerca de Uruguay y Juncal sino que también el rastreo de las geolocalizaciones lo confirmó. “Hubo un trabajo de premeditación”, señalaron fuentes judiciales a Clarín.
El rol de Uliarte para la Justicia fue clave en lo que calificaron como “ataque planificado” porque la ubican en las tareas de inteligencia que se realizaron antes del ataque pero también en la escena de los hechos el día del ataque, incluso escapando -tranquilamente- después de que su pareja le apuntara con un arma Bersa calibre 32 a la titular de la Cámara alta.
Su intento de despegarse de las acusaciones que pesan sobre ella hasta el momento fueron infructuosos y la Justicia la considera parte del intento de Fernando Sabag Montiel de “dar muerte a Cristina Kirchner, contado para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos”.
Además, en el análisis del celular de la joven se detectó una serie de comunicaciones con los demás integrantes del grupo que comercializaba los algodones de azúcar. Pero no solo después del ataque a la Vicepresidenta, sino en los días previos.
El análisis de su celular arrojó, en esta etapa, un intercambio con los demás integrantes del grupo con “mensajes que hacían referencia”, en una primera lectura, al ataque contra la Vicepresidenta.
La Justicia ahora busca determinar si tuvieron algún grado de implicancia.
Algunos de los miembros de ese grupo “le brindaron contención”, pero también le “recomendaron no utilizar el celular para comunicarse”, indicaron las fuentes. Asimismo, se detectó que crearon cuentas falsas de Facebook durante esos días para poder conversar.
De acuerdo a lo que informó Clarín, el informe entregado a la jueza es “contundente respecto al rol de la acusada en las tareas previas al ataque”. En ese rastreo, la PSA encontró un mensaje en el que la joven le dijo a una amiga -tras el ataque- que estaba orgullosa del accionar de Sabag Montiel.
En su declaración testimonial, uno de los integrantes del grupo que vendía los algodones de azúcar fue quien alertó sobre la existencia de ese mensaje de WhatsApp, pero los investigadores indicaron que “no es lo más fuerte detectado en el celular”.
En este sentido, añadieron que la información analizada da cuenta de la participación que tuvo Uliarte en la planificación del intento de atentado, por lo que la jueza se decidió a dictar otra vez el secreto de sumario en la causa.