Las piezas para una estación satelital que se instalaría en un campo privado de un empresario emiratí en Río Negro, traidas en un avión militar de Emiratos Árabes esta semana a Bariloche, no tienen control ni intervención del Gobierno provincial.

A pesar de que la aeronave de la Fuerza Aérea ya se retiró de Bariloche, las autoridades siguen sin ofrecen información oficial respecto de la carga que dejó en la región y los motivos por los cuáles permaneció retenido tres días en un sector de rodaje de la pista del aeropuerto internacional de Bariloche.

“No tomamos contacto para nada, son las autoridades nacionales en sus distintas fuerzas, en sus distintas jurisdicciones, las que evalúan cuál es la situación”, respondió la gobernadora Arabela Carreras al ser consultada por el diario Río Negro.

También la mandataria dijo no tener intervención en caso de que un privado extranjero pretenda instalar una estación satelital: “Son todas autorizaciones nacionales (…)son todos permisos que no pasan hoy por la provincia”, insistió.

Según pudo conocer este diario, el avión C-17 Globmaster de la Fuerza Aérea de Emiratos Árabes Unidos, que aterrizó el lunes por la tarde en el aeropuerto internacional de Bariloche, no contaba con documentación exigida por Argentina y por eso la Dirección General de Aduanas demoró dos días en autorizar la descarga, hasta que presuntamente se resolvió el inconveniente.

De la aeronave se descargaron diversas cajas y otras estructuras la mañana del miércoles, que contendrían piezas de una estación satelital.

La operatoria estuvo a cargo de Federico Bergter, directivo de la empresa belga Burco, que tiene intereses en la zona de El Foyel y El Manso, donde hay tres estancias pertenecientes al empresario emiratí Matar Suhail Al Ybhouni Aldhaheri, que sería el destinatario del cargamento.