Un avance de Lionel Messi encarando firme hacia el área en un partido que amenaza irse entre amagos y situaciones fallidas bien podría compararse con la expectativa que generó el anuncio para Mar del Plata: el estadio José María Minella, el erosionado Mundialista, podría quedar en manos de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y convertirse en “la nueva casa de las selecciones nacionales”.
El anuncio llegó desde la misma AFA tras una reunión que su presidente, Claudio Tapia, mantuvo en el predio de Ezeiza con el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro (Juntos por el Cambio).
Resta la firma de un convenio marco sobre el que ya trabajan los equipos legales de ambas partes, y se anuncia inminente, según confiaron a Clarín fuentes de la comuna, con una cesión “de uso y goce” que sería por 30 años.
Hace tiempo que en la ciudad se trabaja sobre distintas opciones para recuperar el emblemático escenario que por descuido y falta de inversión luce peligrosamente corroído, degradado, tanto que la platea techada fue clausurada por una disposición provincial ante el riesgo de que ocurran desprendimientos sobre el público. La herrumbre está a la vista por donde se mire.