El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rompió el silencio 48 horas después de las elecciones del domingo pasado y aunque no reconoció la derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva, el jefe de Gabinete del mandatario ultraderechista, Ciro Nogueira, admitió que ya recibió “la autorización” para “iniciar el proceso de transición” con el Partido de los Trabajadores (PT).
Con el país en máximo tensión por piquetes camioneros en 23 estados que ya provocan desabastecimiento de bienes y servicios, Bolsonaro sostuvo en una exposición ante la prensa que “los actuales movimientos son consecuencias de la injustica por como se desarrolló el proceso electoral”.
“Pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda y perjudicar a la población”, agregó al respecto y dijo que “serán bienvenidas” las “manifestaciones pacíficas”.
“Siempre fuimos acusados de antidemocráticos. Siempre jugué dentro de la cancha de la Constitución y jamás hablé de controlar medios y redes sociales. Mientras sea presidente seguiré cumpliendo los mandatos de la Constitución”, prosiguió Bolsonaro.
“Nuestros sueños siguen más vivos que nunca”, aseveró y se mostró “orgulloso” de ser “el líder” de “millones de brasileños” a quienes agradeció que lo hayan votado.
Bolsonaro terminó su breve discurso sin aceptar preguntas de la prensa. Luego tomó la palabra su jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, quien escuetamente señaló: “El presidente Jair Bolsonaro me autorizó, cuando me convoquen, con base en la ley, para iniciar el proceso de transición”. El encargado del PT de levar adelante las negociaciones es el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin.