Barracas Central le ganó 2-1 a Patronato por la 10° fecha del torneo de la Liga Profesional de Fútbol pero el resultado será una anécdota: el escándalo se hizo presente en la noche de este martes en la cancha de All Boys, donde el primero juega de local, por un arbitraje de Jorge Baliño impresentable que favoreció claramente al primero, el equipo del presidente de la AFA Claudio “Chiqui” Tapia, lo que generó incidentes tras el encuentro y la intervención de la Policía.

La fiscal Celsa Ramírez actuó de oficio y ordenó la detención de los jugadores Matías Pardo,  Axel Rodríguez, Juan Barinaga y Justo Giani, y el integrante del cuerpo técnico Damián González, mientras que tres efectivos -dos mujeres y un hombre- resultaron heridos.

Una vez que Baliño pitó el final, el DT del “Patrón”, Facundo Sava, lo fue a buscar al centro del campo de juego, amagó con golpearlo, lo empujó y ahí comenzó una pelea generalizada con los policías de la que participaron varios de sus jugadores.

La situación se había ido de control pero, pasados los minutos, los jugadores de Patronato fueron calmados por el “staff” técnico y los allegados del club entrerriano y se fueron retirando del campo de juego. El entrenador, a los gritos, aseguró luego, frente a los medios presentes, que no quiere dirigir “nunca más en su vida”.

En los vestuarios, el presidente de Patronato, Oscar Lenzi, expresó su indignación a ESPN: “Vivimos una frustración muy grande. Veníamos con la ilusión de hacer un buen partido pero evidentemente los árbitros no quisieron que esto sea así (…). Por lo que se vio y lo que se comenta entre los presentes y el periodismo, ha sido un robo lo que se ha cometido en contra de la institución. Haremos el descargo ante la AFA”, anticipó.

El directivo admitió que el árbitro había recibido un golpe y estaban tratando de identificar al agresor. “Es una tarea bastante difícil. Nos quedaremos hasta el final y hasta que se dilucide este problema y podamos viajar tranquilos a Paraná. Lo peor es el incidente del final, que posiblemente tengamos alguna sanción, veremos los informes. Tenemos un partido tan importante el domingo ante Boca. Lo demás se verá en la semana. Yo me siento estafado”, sentenció.

Justicia por mano propia. El equipo “rojinegro” se quedó en el vestuario, sin luz, y algunos integrantes del cuerpo técnico fueron autorizados por la Policía a buscar comida del micro ya que, al no tener un horario de salida, terminaron quedándose a comer en esas condiciones dentro del estadio. Finalmente, a dos horas de haber terminado el partido, les tomaron declaración en la vereda.

Cerca de la una de la madrugada se conoció la orden de detención para los cuatro futbolistas y el auxiliar del cuerpo técnico del equipo de Paraná, que fueron identificados en las imágenes de las cámaras, “por el delito de lesiones y atentado y resistencia a la autoridad”.

El encuentro tuvo un marco de final entre dos equipos que están luchando por evitar el descenso. Patronato es el más comprometido: hoy está perdiendo la categoría porque va último en la tabla de promedios, mientras que Barracas tiene un poco más de aire pues marcha 18°.

La secuencia de este encuentro bochornoso incluyó la anulación de un gol de Axel Rodríguez, de Patronato, en el primer tiempo por posición adelantada, a instancias del VAR. Luego sufrió la expulsión de Nicolás Castro por una falta a Iván Tapia, el hijo del mandamás de la AFA.

A los 82 minutos, Justo Giani tocó a Brian Calderara, que cayó dentro del área, pero Baliño no cobró penal. De inmediato Raúl Lozano metió un golazo para Patronato desde afuera del área (era el 2-1 para los entrerrianos), pero el tanto fue anulado porque el juez recibió el llamado del VAR para analizar la jugada entre Giani y Calderara. Luego de verla, decidió invalidar el gol de Lozano y cobrar penal, lo que generó la reacción de los jugadores de Patronato. Pablo Mouche lo pateó y lo atajó Facundo Altamirano. Y a los 45 minutos hubo un tiro libre a favor de Barracas que pateó  Tapia y Sebastián Rincón (hijo de Freddy) ganó de cabeza para poner el 2-1 final para el “Guapo”.