Cuando todavía se están contando los votos de las elecciones de medio término en Estados Unidos realizadas el martes último, el arrasador triunfo del opositor Partido Republicano que pronosticaban las encuestas y alentaban sus candidatos no será tal. Incluso, el Partido Demócrata podría mantener el control del Senado y así transformar una derrota exigua en un triunfo político. Y pasar los problemas a la oposición, donde quedó dañada la imagen del expresidente Donald Trump, que esperaba una amplia victoria para lanzarse como precandidato a la Casa Blanca en 2024.
Trump admitió este miércoles que el resultado de las elecciones del martes en el país fue “bastante decepcionante”, aunque subrayó que desde el punto de vista “personal” se trató de una “gran victoria”.
“En cierto modo las elecciones de ayer fueron bastante decepcionantes, pero desde mi punto de vista personal fue una gran victoria. 219 victorias y 16 derrotas en general. ¿Quién lo ha hecho mejor nunca?”, se preguntó Trump en un mensaje publicado en Truth Social, la red social que él mismo creó una vez suspendida su cuenta en Twitter.
El magnate aludió de esa manera a los candidatos a los que respaldó personalmente y por quienes, en algunos casos, hizo campaña.
Sin embargo, en las compulsas más ajustadas los candidatos apoyados por Trump fueron derrotados y solo se impusieron con claridad en circunscripciones en las que el resultado estaba ya claro con mucha antelación y que son bastiones republicanos se presente quien se presente como postulante.
Ante esta situación, dentro de la oposición comenzaron a surgir críticas hacia Trump. La más dura fue la de su exsubsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Matthews.
“Creo que anoche fue el mayor indicador de que Donald Trump no debería ser el candidato republicano en 2024. Les costó a los republicanos escaños ganables al impulsar a candidatos de baja calidad”, analizó la exfuncionaria.
“Tienes una inflación récord, un aumento de los temores sobre la delincuencia, la peor crisis fronteriza de la historia, un presidente impopular y el rendimiento republicano seguía siendo decepcionante. Y eso se debió en gran parte a los candidatos que Trump respaldó. No estuvieron a la altura de la calidad. Creo que esto es una lección aprendida para los republicanos de que “a”, Trump no es un ganador nacional, y “b”, la calidad del candidato importa”, puso en su voz el pensamiento de varios dentro de la oposición.
Pero, aún peor, a Trump parece haberle salido un serio competidor a partir de su clara victoria: Ron DeSantis, reelegido como gobernador de Florida, parece encaminado a disputar la candidatura del Partido Republicano para 2024.