La remanida frase “goles son amores” es una de las verdades más irrefutables del fútbol. Los arqueros son idolatrados, los defensores pueden ser ovacionados, los mediocampistas convertirse en símbolos, los más talentosos imitados por todos los niños, pero los que reciben las muestras más grandes de amor son los que meten los goles. Y en eso está Darío “Pipa” Benedetto. Del amor al odio hay un solo paso. Y los penales fallados ante Corinthians que dejaron a Boca Juniors afuera de la Copa Libertadores habían puesto al delantero del otro lado de esa finita línea. Pero dos goles en las últimas 72 horas para ganar dos veces por 1-0 pusieron de nuevo al “Pipa” del lado del amor. Y con el “Xeneize” rumbo al título…

Cuando a principios de julio Boca quedó afuera de la Libertadores aquella funesta noche en la que Benedetto lanzó un penal contra un palo durante el partido y luego uno a la tribuna en la definición que marcó también la salida del DT Sebastián Battaglia, el “Pipa” volvió a ser “meme”.

La lengua del goleador (en sentido literal y figurado) recorre Internet desde la recordada final de Madrid que River Plate le ganó a Boca Juniors por la Libertadores 2018. Benedetto metió el 1-0 en el estadio Santiago Bernabéu, y lo festejó sacándole la lengua al defensor “millonario” Gonzalo Montiel. El 3-1 final para los de Núñez convirtió esa imagen del goleador “xeneize” en un meme eterno para los fanáticos riverplatenses. Y también en la ribera.

Al igual que otro “Pipa”, Gonzalo Higuaín, que desde la final perdida en el Mundial 2014 y las Copas América 2015 y 2016 fue la imagen de la derrota argentina y blanco de las cargadas con memes de todo tipo en redes sociales, Benedetto sufrió un destierro para aliviar la mente.

Higuaín eligió no volver a jugar con la Selección y tampoco regresar a River Plate. Prefiere la tranquilidad de la MLS de Estados Unidos. No quiso meterse otra vez en la locura y vorágine de fallar un mano a mano con la camiseta de la banda roja y revivir todos los memes que aún pululan cuando hay que hacer bromas sobre alguien que no está acertado y falla.

El “Pipa” de esta historia, Benedetto, después de dos años de ser suplente en Europa, eligió el desafío de vestir nuevamente la “azul y oro”. Fue meme por los penales y fue meme por agarrarse a piñas en el vestuario con su compañero Carlos Zambrano. Había ingresado nuevamente a las fauces de las fieras. Pero haber metido el único gol del Superclásico el domingo pasado y el 1-0 sobre la hora -gol de “campeonato”, dirían viejos relatores- para ganarle a Lanús y subirse a lo más alto de la tabla de posiciones le devolvieron el amor de los hinchas. Con la ilusión de una vuelta olímpica que se vuelve real, este “Pipa” apuesta a convertir memes en muestras de cariño. Porque goles son amores.