El Consejo Nacional Electoral (CNE) informó en la madrugada sobre el triunfo del oficialismo, que se adjudicó 98 bancas contra 65 de la oposición. Para Chávez fue “una sólida victoria”.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, consiguió un importante respaldo en las urnas este domingo, tras una década en el poder, pero no los dos tercios de los cargos en la Asamblea Nacional (unicameral) tal como pretendía.
Escrutados la casi totalidad de los votos, y con una afluencia de casi el 67 por ciento del padrón de 17,5 millones de venezolanos en condiciones de sufragar, el Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV) obtuvo poco más de 5,2 millones de votos contra los 5,05 millones de la opositora Mesa de la Unidad.
La presidente del CNE, Tibisay Lucena, acompañada de los restantes cuatro jueces electorales, anunció estado por estado el escrutinio de las mesas de todo el país, y la cantidad de cargos que se atribuyó a las alianzas principales, la del PSUV, y la de la Mesa de la Unidad.
Un atraso de más de cuatro horas y ningún informe al menos parcial provocaron un reclamo de la oposición al CNE para que informe “lo que ellos ya saben que pasó”, según advirtió uno de los integrantes de la coalición en su sede.
La elección estaba destinada a renovar la totalidad de los escaños al Parlamento y el presidente Hugo Chávez esperaba mantener el control de los dos tercios de la cámara, de 165 escaños.
En los últimos días de la campaña, que concluyó el pasado jueves, Chávez repitió que confiaba en que su partido y sus aliados, entre ellos el Partido Comunista, ganaran no menos de 110 escaños de la Asamblea Nacional, es decir, los dos tercios necesarios para controlar el Parlamento.
Afirmó el presidente que estos dos tercios eran indispensables para continuar con su proceso revolucionario “y consolidar el camino de cara a las presidenciales de 2012”, en las que solicitará un nuevo mandato al electorado.
Los comicios de ayer domingo marcaron el retorno de los partidos de oposición, que en las elecciones legislativas de 2005 retiraron a última hora a sus candidatos alegando “irregularidades” en una decisión que sus líderes admiten actualmente como un “error político”.
Por este motivo, la Asamblea Nacional estaba compuesta prácticamente sólo por legisladores oficialistas.
Encuestadores y analistas, con base en sondeos de hace una semana, ya que estaba prohibida su publicación desde entonces, coincidieron en augurar, en general, que el oficialismo mantendría una mayoría, pero que estaba por verse si sería tan holgada como la prevista por Chávez.
Además de las fuerzas oficialistas y de la oposición “tradicional”, se presentaron también a la contienda electoral los candidatos del izquierdista partido Patria Para Todos (PPT), ex aliado del “chavismo”, que proponen una “alternativa” a la extrema polarización política del país.
En sus actos, los dos bandos llamaron a la movilización del electorado, especialmente de los llamados “ni-ni”, que constituyen un sector importante que no se alinea a favor de Chávez ni de sus detractores y pueden ser determinantes si se confirma con votos los cálculos de que representan alrededor de un tercio del electorado.
La totalidad de los 17,57 millones de venezolanos habilitados para votar representan casi un millón más de los 16,76 millones de las elecciones anteriores, celebradas el 15 de febrero del año pasado y cuyo resultado facultó a Chávez a presentarse a la reelección las veces que desee.
De esos 16,76 millones habilitados en febrero de 2009, votaron entonces 11.710.740, con lo cual la abstención fue del 29,67 por ciento.
La opción “sí” a la reelección sin limitaciones de cualquier cargo de elección popular cosechó un total de 6,31 millones de votos (54,85% de los votos emitidos), en tanto que el “no” perdió con 5,19 millones de votos (45,14%).
El CNE instaló 36.563 mesas electorales que funcionaron en las 87 circunscripciones del país entre las 06.00 y las 18.00 horas locales.
Las autoridades del CNE previeron que la divulgación de los resultados comenzaría unas dos horas después del cierre de la votación y sólo cuando la tendencia del voto fuera irreversible. Sobre la limpieza del proceso electoral, en esta ocasión existe unanimidad en todos los actores de que no había posibilidades de fraude.
Más de 200 observadores internacionales, llamados en Venezuela “acompañantes”, fueron invitados a estas elecciones, unos 150 por el Poder Electoral y el resto por los partidos.
En la madrugada, Chávez envió un mensaje a sus seguidores a través de su cuenta en Twitter: “Bueno mis queridos Compatriotas, ha sido una gran jornada y hemos obtenido una sólida victoria. Suficiente para continuar profundizando el Socialismo Bolivariano y Democrático. Debemos continuar fortaleciendo la Revolución!! Una nueva Victoria del Pueblo. Les felicito a todos”.