¿Por qué considera que los subsidios estatales a los servicios públicos son una “bomba de tiempo”?
Lo que se paga por luz y gas es insignificante porque se subsidia desde el Estado, que ya tiene problemas de financiamiento porque pasó de tener superávits fiscal y cambiario a una situación de déficit, que por ahora se cubre con reservas y con los fondos de las AFJP. Es decir que tarde o temprano no tendrá de dónde sacar plasta para sostener esos subsidios, que se concentran básicamente en prestadores de Capital y Conurbano, que son los lugares con mayor capacidad de movilización y rebote en los medios. Entonces, si de pronto el colectivo sube un 100 por ciento y la luz un 300 por ciento habría un caos que, por la reproducción de los medios tendría réplicas en el resto del país.
¿Entonces?
Entonces, como no se los puede sacar de golpe hay que buscar alternativas. Por lo pronto, no puede ser que los subsidios beneficien por igual a todos los sectores sociales y geográficos. Hay que segmentar, que ya es una manera de ir reduciéndolo. Y luego la gradualidad; ir bajando de a poco esa masa de dinero para permitir que la sociedad los vaya absorbiendo.