Los incidentes se produjeron en la capital y en las ciudades de Duma, cerca de Damasco, Izraa y Homs, en el centro del país, donde la policía disparó contra los manifestantes, que salieron de las mezquitas gritando a favor de la libertad y pidiendo la disolución de los servicios de inteligencia.

Las fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego hoy (viernes 22) contra miles de manifestantes que exigían reformas y la caída del régimen de Bachir Asad y un balance provisorio indica que son más de 70 los muertos.

Según aseguran fuentes de la oposición y las cadenas árabes de televisión, la jornada es la más sangrienta desde que comenzaron las manifestaciones opositoras hace poco más de un mes.

El mayor número de víctimas se registró en Homs, una ciudad situada al centro del país, donde murieron 28 personas, y en la localidad sureña de Izraa, desde donde se informa del fallecimiento de al menos 15 manifestantes. Otras 18 víctimas mortales se produjeron en el barrio de Duma, cerca de Damasco, y diez más en el sector capitalino de Mohadamia.

En tanto, las mismas fuentes señalan que hay decenas de heridos como saldo de la represión policial. Las cifras fueron proporcionadas por activistas de la oposición en Facebook y residentes y por fuentes médicas consultadas por la cadena qatarí de televisión Al Jazeera.

Miles de manifestantes comenzaron a congregarse en las principales ciudades después de finalizar el rezo tradicional de los viernes y, en razón de la dimensión del operativo de seguridad, se temía por la represión.

Tras el rezo, varios miles de personas comenzaron a concentrarse en Qamishli, en el noreste de Siria, y otras diez mil en la plaza Al Saraya de Deraa, al sur, donde comenzó el movimiento popular de protesta contra el régimen a mitad de marzo.

Los manifestantes salieron de las mezquitas gritando a favor de la libertad, pidiendo la disolución de los servicios de inteligencia y el procesamiento de sus miembros.

Otros llevaban pancartas en las que pedían \”la anulación del artículo 8\” de la Constitución, que consagra la hegemonía del partido Baas sobre la sociedad y el Estado.

El presidente sirio, Bashar Asad, promulgó ayer jueves el decreto de levantamiento del estado de emergencia, en vigor desde 1963, pero los opositores consideraron la medida insuficiente y mantuvieron sus llamamientos a manifestarse en todo el país hoy viernes.