La Conare definió hoy la situación de Sergio Apablaza, cuya extradición decidió la Corte y era reclamada por Santiago. Dirigentes chilenos expresaron su “profunda decepción”.
El Gobierno argentino le otorgó asilo político al ex guerrillero chileno Sergio Galvarino Apablaza Guerra, acusado de participar en el asesinato de un senador en 1991 y cuya extradición era reclamada por Santiago.
Pese al reclamo del presidente chileno, Sebastián Piñera, para que sea la justicia de su país la que juzgue su participación en el hecho, la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) se negó a entregarlo y resolvió darle refugio en el país.
La resolución fue dispuesta por este organismo, que está en la órbita del Ministerio del Interior y es integrado por representantes de la Cancillería, de los ministerios de Justicia y de Desarrollo Social y del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi).
Participan, además, con voz y sin voto un representante de la sociedad civil y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Este último, como asesor en materia de convenios internacionales.
La recomendación de la Conare no es vinculante pero se descarta que la presidente Cristina Kirchner avalará la postura del organismo.
En Chile comenzaron a oírse las primeras reacciones, que coinciden en su “decepción” por la decisión de la Conare.