Alberto Fernández, presidente “pro témpore” de la CELAC, reclamará por el veto de la Casa Blanca a Venezuela, Nicaragua y Cuba
La IX Cumbre de las Américas comenzó este lunes en Los Ángeles, Estados Unidos, en medio de un clima de tensión por las ausencias debido a los vetos que la Casa Blanca, anfitriona del encuentro de líderes regionales, y los repudios a esa decisión del gobierno de Joe Biden de dejar afuera a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En esta primera jornada se inauguró el Foro de la Sociedad Civil, donde se cuestionó fuertemente a los países considerados “no amigos” por Washington.
El subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del departamento de Estado, Brian Nichols, sostuvo que “hay falta de libertad” y “presos políticos” en Venezuela.
En un clima de Segunda Guerra Fría en el planeta tras la invasión de Rusia a Ucrania, Washington quiere mostrar respaldo entre sus pares del hemisferio, muchos de los cuales han suscrito el pacto de la Nueva Ruta de la Seda con China, una preocupación gigante para Estados Unidos.
Sin embargo, el mexicano Andrés Manuel López Obrador, principal socio comercial de EEUU en Latinoamérica, confirmó este lunes que no asistirá a la Cumbre por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que es un severo traspié diplomático para la secretaría de Estado.
En otro golpe para la Casa Blanca, el presidente de Uruguay, el conservador Luis Lacalle Pou, también anunció hoy que no estará en la reunión porque dio positivo en coronavirus en el test obligatorio para ingresar a Estados Unidos, lo que priva a Biden de uno de los mandatarios del grupo con mayor sintonía política con Washington.
Los mandatarios de Bolivia, Guatemala, Honduras, y San Vicente y las Granadinas se sumaron al boicot en rechazo a la negativa de Estados Unidos de invitar a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Por su parte, el presidente argentino, Alberto Fernández, asistirá para llevar la posición de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), cuya titularidad “pro témpore” está en poder precisamente del mandatario argentino.
Esa postura incluye una advertencia sobre las consecuencias en el sur del planeta de la guerra en Ucrania así como la necesidad de una Latinoamérica unida y sin exclusiones, en este último punto a raíz de la decisión del país anfitrión de no invitar a esta Cumbre a Venezuela, Nicaragua y Cuba, por denunciar violaciones a los derechos humanos en esos países.