La combi más brutal del mundo

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Cuatro ejes, dos orugas y cuatro pares de ruedas de dirección: no es una temible máquina de guerra sino probablemente la combi más brutal del mundo.

Hace 60 años el mecánico austriaco Kurt Kretzner compró una combi VW Type 2 T1 para convertirla en un auténtico monstruo todo-terreno, y necesitó cuatro años para diseñar y construir lo que se conocería como Half-track Fox o Zorro semioruga, en español.

La furgoneta tiene cuatro ejes: los dos delanteros tienen ruedas de dirección de 14 pulgadas: los ejes traseros sirven para propulsar el mecanismo de orugas.

El increíble vehículo tiene un radio de giro de 10 metros y en sus folletos promocionales, Kretzner lo consideró “un ayudante perfecto para todos: guardabosques, cazadores, médicos, ingenieros de mantenimiento de funiculares, torres de radio y TV, etc”.

Kretzner también decía que no pudo encontrar el vehículo de sus sueños, así que decidió construir uno él mismo.

El ingeniero austriaco equipó cada rueda con un freno e instaló un diferencial autoblocante. Con un motor de 1,2 litros, contaba con solo 33 caballos de fuerza y desarrollaba una velocidad máxima de 35 km/h.

En la actualidad solo existe un ejemplar de esta asombrosa furgoneta, aunque se cree que Kretzner construyó una segunda.

Incluso la única existente desapareció durante unos años antes de volver a aparecer en el museo de Porsche en la ciudad austríaca de Gmund,

Luego fue adquirida por una sociedad de amantes de las combis que comenzó a restaurarla en 2005 pero no llegó a finalizar el trabajo. Pero en 2018 volvió a su casa: a Volskwagen, que comenzó el proceso de restauración.

A la hora de hacerlo la compañía alemana no solo arregló los aspectos técnicos sino que también la pintó en el color original. Eso sí, les dio libertad a sus ingenieros a la hora de restaurar el interior del vehículo.

El resultado final fue presentado en febrero pasado cuando el Zorro semioruga superó con facilidad un tramo de camino nevado.

Esto se debe a que, a pesar de tener poca potencia, las orugas no solo mejoran la tracción sino que también reducen la presión ejercida por el vehículo sobre el terreno.

Al mismo tiempo, el hecho de que también tenga ruedas comunes hace que cualquiera pueda conducirlo sin tener que aprender a manejar un vehículo sobre orugas.

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