Horas antes del decisivo partido ante Always Ready que puede definir el futuro del equipo en la Copa Libertadores, el intrincado “mundo Boca” recopiló un puñado de imágenes que reafirman que verdaderamente es mucho más que un club de fútbol y lo asemejan más a una selva donde cada habitante busca posicionarse mejor, y más cuando aparecen en el horizonte del 2023 unas elecciones en las que la política nacional, seguramente, volverá a colarse.

Anoche martes, el expresidente del club Daniel Angelici presentó su nueva línea de vinos en una mega fiesta de cumpleaños en la que hubo invitados de todo tipo y color, en una demostración de poder hacia adentro y, sobre todo, hacia afuera, donde algunos despistados lo daban por terminado.

A horas de que el equipo dirigido por el tambaleante Sebastián Battaglia se juegue la posibilidad de seguir con vida en la Copa Libertadores en los 3.600 metros de altura de La Paz, el último presidente que el macrismo tuvo en sus 24 años en el club se mostró con varios rostros conocidos que están “always ready” (“siempre listos”, en inglés) para cuestionar a Juan Román Riquelme, el hombre fuerte de la actual dirigencia y que desbancó, con el apoyo de los socios en las urnas, al macrismo de Boca.

El máximo ídolo del club lleva las riendas del Consejo de Fútbol. Y a pesar de los títulos locales acumulados durante su gestión y de los triunfos sobre River Plate (que no ocurrían durante la era Angelici), llueven las críticas sobre su modo de conducción y sus decisiones.

Hay muchas acciones de Riquelme que fueron cuestionadas con razón. Desde aquella vez que hizo bajar a todo el plantel de un micro cuando se iban de la Bombonera para retarlos en el vestuario hasta la poca predisposición para recibir a Diego Maradona la última vez que el “Diez” se mostró frente al pueblo “xeneize” en su templo, pasando por las “sugerencias” que recibe Battaglia y horadan su autoridad frente a un plantel que, a excepción de Darío Benedetto, no tuvo refuerzos “top” para ser candidato indubitable a ganar la Libertadores.

Sin embargo, las fotos de la fiesta de Angelici anoche no mienten. Y una imagen vale más que mil palabras. Estuvieron catando el nuevo elixir de las bodegas del amigo íntimo y operador judicial del exjefe de Estado Mauricio Macri (denunciando una y otra vez por su socia política Elisa Carrió) una larga lista de periodistas que aprovechan cada traspié de Boca para apuntar su discurso contra Riquelme.

Aquel Alejandro Fantino que lanzaba furiosas diatribas contra Angelici cuando Boca perdió la final de Madrid ante River Plate fue el que condujo la fiesta de cumpleaños del exmandatario “xeneize”, en la que estuvo su jefe del grupo América, Daniel Vila.

Eduardo Feinmann, reconocido fanático de Boca, también dio el presente. Pocas veces la figura de LN+, canal de fluidos lazos con las ideas que emanan de la quinta “Los Abrojos”, utiliza su cuenta de Twitter para hablar de otra cosa que no sea política. Pero a veces se pone futbolero, sobre todo para criticar al presidente de la AFA, Claudio Tapia, y a las derrotas del equipo de Battaglia.

Gastón Recondo y Marcelo Palacios, las caras más conocidas de TyC Sports, la señal deportiva del Grupo Clarín, también estuvieron en la fiesta.

Daniel Mollo, el relator partidario que los fanas más extremos de Boca tienen clavado en su dial, y Juan Carlos “Toti” Pasman, conductor del canal TNT Sports y del programa líder de la noche radial desde los estudios de La Red, tampoco se perdieron la reunión.

Martín Costa, el panelista de Mariano Closs en la pantalla de ESPN, y el histórico comentarista partidario Roberto Leto, que también trabaja para la cadena estadounidense pero en el programa del “Pollo” Vignolo, también chocaron las copas con el nuevo vino de Angelici.

Por último, el diario Olé también estuvo representado por Antonio Serpa, que se fotografió con Marcelo Benedetto, otro histórico de las transmisiones televisivas del fútbol argentino.

Falta mucho para las elecciones en Boca, que se realizarán a finales de 2023. Hay, por lo menos, dos Copas Libertadores en el camino, más numerosos torneos locales, varios mercados de pases y eventuales Superclásicos. Pero el macrismo se reacomoda para jugar su “segundo tiempo” también en el club desde donde dio el salto a la política y por eso cada crítica que se escuche hacia la dirigencia riquelmista deberá ser pasada por un tamiz especial. Porque Angelici mostró todos sus contactos y poderío para derramar su discurso en los oídos de los hinchas. El máximo ídolo de Boca lo sabe. No es tonto. Y conoce muy bien cuáles son los micrófonos que también le son amables y no realizan repreguntas comprometedoras. La carrera 2023 ya comenzó. Habrá que ver quienes (y con quienes) chocarán las copas en las puertas de Branden 805 en diciembre del año próximo.