El DT de Boca -y los jugadores- se juegan el año en las próximas semanas. ¿Podrán evitar que el camino por delante se transforme en un vía crucis?
Este domingo de Pascua, los fieles se fueron del templo sin ver la resurrección que esperaban. A pesar de, como siempre, poner toda su fe en aquellos que son los encargados de mantener y agrandar esa creencia que pasa de generación en generación, y que es mayoría en Argentina, el “milagro” no ocurrió y el silencio se apoderó de la multitud apenas terminó la tradicional celebración del séptimo día de la semana. Boca Juniors solo empató en La Bombonera 1-1 como local contra Lanús y la hinchada “xeneize” comienza a pensar que el juego del equipo, al menos bajo el mando de Sebastián Battaglia, no volverá a aparecer.
Pentecostés, en la tradición católica, se celebra 50 días después de Pascua y es el día para conmemorar la venida del Espíritu Santo a la Tierra. En este 2022, el día de Pentecostés será el domingo 5 de junio y para esa fecha Battaglia deberá haber logrado, desde su lugar de DT, haberle impreso al equipo un juego que represente ese espíritu que lo llevó a convertirse, cuando usaba pantalones cortos, en el futbolista con más títulos ganados en la gloriosa y riquísima historia de Boca.
La fase de grupos de la Copa Libertadores termina el 26 de mayo, una semana y media antes de la celebración cristiana. Si Battaglia no logra insuflarle el alma necesario al equipo, será difícil que sus dirigidos consigan puntos en Brasil ante Corinthians (26 de abril) y en la altura boliviana ante Always Ready (4 de mayo) para abrochar de local ante los paulistas (17 de mayo) y Deportivo Cali (26 de mayo) el ansiado pase a octavos de final.
Hoy, los cuatro integrantes del Grupo E tienen tres puntos. Boca ya perdió con Cali en el debut y los 3.600 metros de altura que juegan a favor de Always Ready de local amenazan con convertir la zona en una pelea a matar o morir de cuatro contendientes para dos lugares.
Pero antes Battaglia tiene otra prueba: la Copa de la Liga Profesional. Hasta ahora Boca marcha cuarto, último lugar que otorga el pase a cuartos de final, a cuatro puntos del líder, Estudiantes de La Plata, y tres por encima de su más próximo perseguidor, Colón de Santa Fe. Este miércoles 20 recibe a Godoy Cruz, tres días después juega en Santiago del Estero contra Central Córdoba, el último fin de semana de abril enfrenta a Barracas Central y el del 8 de mayo visita a Tigre.
El fixture muestra rivales accesibles pero la falta de espíritu boquense puede convertirlos en cuatro estaciones de un camino que sería un vía crucis para el DT si no suma de a tres puntos en cada compromiso. La pregunta de acá al 5 de junio es: ¿el “Mundo Boca” le permitirá levantarse tres veces al DT y a los jugadores si tropiezan en el trayecto a esa fecha, o a la primera caída se desatará el infierno tan temido?