El futbolista quiere pedirle perdón a Battaglia para volver al plantel de Primera. El DT se mantiene firme en sostener la sanción, pero Riquelme y su Consejo de Fútbol empujan un indulto que desataría otra guerra.
El “Mundo Boca”, esa construcción periodística en la que se puede englobar absolutamente todo lo que sea color “azul y oro”, pareciera necesitar del combustible del escándalo tanto o más que el de las victorias futbolísticas para retroalimentarse y dar lugar a un tsunami que muy pocos saben surfear.
Desde hace varios días que en el “Mundo Boca” sonaba la posibilidad de que Agustín Almendra volviese a integrar el plantel de Primera División, aunque el mediocampista de 22 años había sido excluido del grupo luego de que le faltara el respeto al director técnico, Sebastián Battaglia, durante un entrenamiento, cuando le dijo, palabras más, palabras menos, que era un “títere” manejado por el Consejo de Fútbol, encabezado por el máximo ídolo de la historia del club, Juan Román Riquelme, porque como DT era “un desastre”.
Cuando el “Xeneize” le ganó de visitante al puntero Estudiantes de La Plata y luego a River Plate en el Monumental, el “Mundo Boca” había alcanzado una paz que hacía meses no tenía. Pero el traspié ante Deportivo Cali en el debut de la Copa Libertadores sacó a la luz lo que se había barrido bajo la alfombra de dos 1-0 en los que el arquero Agustín Rossi había sido figura.
Battaglia construyó un imperio dentro de la gloriosa historia de Boca. El ahora entrenador es la persona que más títulos ganó en la historia del club con los pantalones cortos: 18 vueltas olímpicas, entre las que se destacan dos Intercontinentales, cuatro Libertadores y siete torneos locales.
Pocos deben saber como Battaglia, que se formó en las Inferiores de Casa Amarilla, como funciona el “Mundo Boca” y como surfear los tsumanis que arrecian en Brandsen 805. Por eso, cuando vio el nombre de Almendra en la lista de buena fe de la Copa Libertadores, debe haber dibujado una mueca de fastidio frente al espejo.
Antes del partido en Cali le preguntaron si había posibilidades de que Almendra volviese al primer equipo y Battaglia fue tajante: “Fui claro en su momento y no tengo por qué volver a opinar del tema. No vale la pena volver al tema”.
A pesar de que como DT ganó la Copa Argentina el año pasado, Battaglia no convence a los hinchas. El equipo no muestra una idea sólida y se impone por sus individualidades o gracias a errores rivales (como sucedió en el Superclásico).
Boca es “Deportivo ganar”, la frase del legendario “Toto” Lorenzo que el “Coco” Basile desempolvó durante su paso por el siglo XXI y que está más vigente que nunca.
El problema del “Mundo Boca” es que -todo el tiempo- hay gente en busca de dar un zarpazo para escalar lugares, conseguir el espacio que cree que merece o utilizar al club como peldaño para llegar a algún objetivo personal. En el “Mundo Boca” hay muchos personajes siempre listos a ir a la guerra y pelear por lo que creen justo o, simplemente, lo que creen suyo.
El manejo del vestuario es, en primer lugar, del DT. Luego, de los referentes. Allí no entran los dirigentes. Aunque Riquelme lo hizo, como cuando obligó a todos los jugadores bajarse de un micro tras un mal partido en la Bombonera y dejarlos expuestos ante la prensa que todavía circulaba por los pasillos.
Generalmente, en La Boca falta apenas un fósforo para desatar el incendio, porque el aire siempre está viciado. Hoy, ese fósforo es Almendra, como el archiduque Francisco Fernando de Austria en 1914. Para ese entonces, toda Europa estaba en pie de guerra pero nadie daba el primer paso. Hasta que el asesinato en Serbia del heredero al trono del Imperio austro-húngaro provocó la declaración de guerra a Serbia. Rusia le declaró la guerra al Imperio por ser aliada de Serbia. Alemania hizo lo mismo contra Rusia y su aliada Francia. Y el mundo se puso en guerra.
Battaglia se sabe bajo la lupa. No puede convivir con Almendra. ¿Qué pasa si Riquelme, que ya permitió que Almendra vuelva a jugar en Reserva, aboga por su reinserción en el plantel de Primera? Así como las alianzas automáticas de la Primera Guerra Mundial, Battaglia tendría que presentar su renuncia. ¿Y los referentes del plantel? Cuando Almendra fue suspendido, Darío Benedetto celebró que la situación hubiera sido “cortada de raíz” y el joven mediocampista lo trató de traidor en redes sociales. Las condiciones para una nueva guerra en el “Mundo Boca” están dadas. Con el archiduque Francisco nunca se pudo establecer fehacientemente quien estuvo detrás del magnicidio que desencadenó la primera gran tragedia armada global. Acá, en cambio, está claro quién empuja a Almendra al centro de la escena…