El Venecia-Simplon Orient Express propone una experiencia única en un hotel cinco estrellas sobre rieles que une Londres con Venecia.
Conocida como “los años locos”, la década del veinte del siglo fue un tiempo de prosperidad económica que experimentaron las potencias occidentales después de la Primera Guerra Mundial, algo que se pensaba nunca más se iba a repetir. Esa prosperidad económica hizo que se apostara al lujo en todo tipo de aspectos, desde edificios y mansiones, hasta la ropa y el transporte. En este último sector, los trenes de ultralujo eran los elegidos por la aristocracia para movilizarse por Europa. Y hasta el día de hoy, el Venecia-Simplon Orient Express (VSOE) le propone a los turistas revivir el confort y el lujo de aquellos años ’20.
El VSOE presta un servicio de lujo desde Londres hasta Venecia por alrededor de 4.000 euros por persona, según el vagón en el que se viaje. La promesa antes de subir es no solo un paseo por Europa, sino transportar a los turistas en el tiempo. Con su madera pulida, los suntuosos tapizados y sus accesorios antiguos, el tren personifica el glamour y la elegancia de la “Edad de Oro” de los viajes de aquellos años ’20.
Los camarotes están repletos de ricos detalles, que incluyen telas finas y paneles de madera relucientes, que también transportan a los pasajeros al pasado.
Durante el día, las Twin Cabins le permiten admirar el paisaje desde los lujosos asientos de banqueta. Por la noche, se transforman en acogedoras habitaciones con una iluminación suave y sábanas frescas. Lo último en lujo, las Cabin Suites ofrecen espacio adicional para relajarse.
El servicio cuenta con 12 coches dormitorio, tres coches comedor, un coche bar y dos coches cama de la antigua clase Ytb , que proporcionan alojamiento para el personal y salas de almacenamiento para equipaje y suministros.
Las vagones dormitorio cuentan con servicio de mayordomo, para no tener que ir al salón comedor si es necesario. Pero aunque sea en una comida de todo el viaje es “obligación” pasar por el vagón comedor para disfrutar su impactante decoración y su comida, con una carta que más de un hotel cinco estrellas de cualquier capital europea envidiaría.