La crisis sanitaria asestó el golpe final a la institución fundada en 1918, que era uno de los centros más importantes y exclusivos de la rosca política y económica.
En otras épocas, por las puertas del Club Americano de Buenos Aires pasaban presidentes, gobernadores, embajadores y cientos de importantes personalidades de las altas esferas porteñas. Entraban a uno de los centros de rosca política y económica más importantes del país, donde se hablaba de las relaciones de Argentina y Estados Unidos, entre muchos otros temas.
Sin embargo, 103 años después de abrir por primera vez, las puertas del Club Americano cerraron para siempre. La pandemia fue el golpe final de una historia de deudas de larga data.
Los socios del club ya no podrán disfrutar de las maravillosas vistas que tenía su cuarto piso, donde se podía divisar el Obelisco, el Palacio de Justicia y el Teatro Colón, entre otras maravillas del centro porteño.
Tampoco podrán celebrar eventos o reuniones ni comer en su restaurante, donde se servía el tradicional pavo con salsa de cranberries para el Día de Acción de Gracias.
En Viamonte al 1133 se habían instalado en 1954, pero el club funcionaba desde 1918, cuando fue creado para promover las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y la Argentina.