La familia Navilli controla la compañía que en 2020 facturó 72.000 millones de pesos y que hoy arrastra una deuda de 1.400 millones de dólares.
Un gigante silencioso. Así se podría definir al grupo Navilli, dueño de Molino Cañuelas, la empresa de alimentos que se acaba de presentar en concurso de acreedores con una deuda de 1.400 millones de dólares.
La empresa, que nació en 1931 con un pequeño molino en Laboulaye, en el sur de Córdoba, fue creciendo en los últimos años hasta convertirse en una de los principales jugadores en la molienda de trigo y el procesamiento de alimentos de la Argentina, pero sin que sus dueños abandonaran nunca su tradicional bajo perfil.
Fundada por los hermanos Adriano y Aldo Navilli, 90 años después el control continúa en manos de la familia, con las acciones repartidas en cuatro ramas de hermanos y primos que ostentan cada uno el 25% del paquete accionario. Las cuatro ramas son encabezadas por Aldo Adriano Navilli, Carlos Navilli, Ricardo Navilli y Marcos Aníbal Villemur (hijo de Adriana Elba Navilli).