El Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró que la vida del activista, que denuncia la corrupción de las élites en su país, corre peligro en prisión.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) pidió la liberación inmediata de Alexéi Navalny argumentando que su vida corre peligro en la prisión moscovita donde se encuentra alojado.
El pedido fue rechazado inmediatamente por Rusia, que denuncia “una injerencia inaceptable” en sus asuntos internos por parte de la Corte europea.
La decisión del tribunal europeo fue publicada justo un mes después de la detención en enero del adversario número uno del Kremlin, cuando regresó de su convalecencia en Alemania por su presunto envenenamiento, del que responsabiliza al presidente Vladimir Putin.
Esta medida provisional del TEDH parte de un reclamo del propio opositor ruso el 20 de enero en el que reclamaba su liberación.
Navalny consideraba que las disposiciones tomadas por las autoridades rusas durante su detención no daban garantías suficientes sobre su vida y su salud.
El ministro de Justicia ruso hizo oídos sordos a la institución europea con sede en Estrasburgo, en el este de Francia. “No hay ninguna base legal en el derecho ruso que permita la liberación de esta persona”, afirmó Konstantin Chuychenko, informaron las agencias rusas de noticias.
“Es un golpe contra el derecho internacional de cuyas consecuencias no es consciente el TEDH”, advirtió por su parte a la televisión Rossia-24 la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, que acusó al tribunal de injerencia y presiones en los asuntos internos del país.
Dos años y ocho meses. Moscú, en tensión desde hace años con la Unión Europea y Estados Unidos, había rechazado con anterioridad los numerosos llamados occidentales a liberar al opositor ruso más famoso.
Los partidarios de Navalny celebraron la decisión del TEDH e insistieron en que la justicia rusa debe acatarla inmediatamente. “Rusia debe cumplir esta decisión pues la Convención Europea de Derechos Humanos forma parte de la legislación rusa”, afirmó a la agencia AFP la abogada del oponente, Olga Mijáilova.
Una reforma constitucional adoptada por referéndum el año pasado permite a Rusia rechazar las decisiones y normas de Derecho internacional que juzgue contrarias a su Constitución.
El TEDH recordó que, como país firmante de la Convención Europea de los Derechos Humanos, Moscú tiene la obligación de respetar la resolución.