Las autoridades locales aseguraron que “ha llegado el momento” de dejar “completamente atrás” su pasado colonial.
Las monarquías constitucionales, en general, no pasan por un buen momento, y la británica en particular, menos que menos: atravesada por escándalos de todo tipo, el último de ellos fue el que protagonizaron el príncipe Harry y su esposa estadounidense, Meghan Markle, que decidieron abandonar la familia real para dedicarse a la producción televisiva y la filantropía.
Lo hicieron en simultáneo con la revelación de que el tío de Harry, Andrew, aparecía involucrado en el “affaire” del caso Epstein, el empresario neoyorquino que fue detenido por liderar una red de trata y prostitución de menores y apareció muerto en su celda en extrañas circunstancias.
Pertenecer, en este caso, no parece tener muchos privilegios, diría aquella publicidad. Y a la frase parece darle la razón Barbados, el país insular caribeño que anunció su intención de convertirse en república y destituir a la reina Isabel del Reino Unido como jefa de Estado para noviembre de 2021, según informó el diario británico The Guardian.
El plan fue revelado por la gobernadora general del país caribeño, Sandra Mason, en la apertura de una sesión del Parlamento barbadense.
Mason señaló que la Administración de la primera ministra Mia Mottley dará el “siguiente paso lógico” para convertir a Barbados en una república a tiempo para el 55 aniversario de la Independencia del país en noviembre de 2021.
“Ha llegado el momento de dejar completamente atrás nuestro pasado colonial. Los barbadenses quieren un jefe de Estado de Barbados. Esta es la máxima declaración de confianza en quiénes somos y en lo que somos capaces de lograr”, afirmó la gobernadora general, citando a Mottley.
El país obtuvo su independencia del Reino Unido en 1966 pero la reina británica sigue siendo su monarca constitucional y jefa de Estado.
En 1998, una comisión de revisión constitucional recomendó el estatus republicano, y en 2015 el entonces primer ministro, Freundel Stuart, afirmó que el país tenía que pasar “de un sistema monárquico a una forma de gobierno republicano en un futuro muy cercano”.
La mayoría de los estados de la Comunidad del Caribe (Caricom), formada por quince naciones caribeñas (principalmente anglófonas) y dependencias británicas, mantuvieron vínculos formales con la monarquía británica después de obtener su independencia.
Si Barbados sigue adelante con sus planes, se unirá a Trinidad y Tobago, así como a Guyana en romper los lazos con la monarquía.