Una constelación de estrategas y analistas conservadores han puesto en marcha campañas con presupuestos millonarios que repudian al presidente y piden el voto para Biden.
“Hola, soy Craig, soy de Colorado. Soy republicano y he votado a los republicanos durante 42 años. Voté a (Donald) Trump porque no confiaba en Hillary Clinton, fue un error”.
“Me llamo Monica Bailey, soy una cristiana evangélica provida [de Texas]. Jamás he votado a un demócrata. Voté a Trump porque no podía creer que alguien que se comportase de una forma tan boba como él en televisión lo hiciera en serio”.
“Hola, soy Jay y soy de Pensilvania. Soy un sargento retirado de las Fuerzas Aéreas y un republicano de toda la vida. Voté a Donald Trump en 2016 y no lo voy a hacer ahora. Leo mi declaración porque hay muchos motivos y quiero contarlos…”.
Decenas de testimonios de este cariz, grabados en videos caseros y con ese aire de grupo de apoyo emocional, cuelgan de una web bautizada “Votantes republicanos contra Trump”.
Es el proyecto lanzado por un grupo de analistas y estrategas conservadores, detractores acérrimos del presidente de EEUU, que están invirtiendo millones de dólares contra su reelección. Una iniciativa “prima hermana”, “The Lincoln Project”, creada el pasado diciembre también por conocidas figuras republicanas, ha puesto en marcha su propia maquinaria publicitaria por tierra, mar y aire con un objetivo para el 3 de noviembre: que salga elegido el demócrata Joe Biden.
Trump ganó las elecciones de 2016 en soledad. Terminó la campaña repudiado por los “popes” del partido. Aquel magnate inmobiliario y showman, adicto a la astracanada, había dado el golpe de su vida en las primarias republicanas, pero las grandes figuras lo abandonaron en los mítines.
Fuera del Capitolio y del partido, también algunos ideólogos e intelectuales conservadores se afiliaron a la idea del “nunca Trump” y llegaron a pedir el voto para Hillary Clinton. El candidato imposible, sin embargo, llegó a la Casa Blanca y, poco a poco, prácticamente todas las capas del Grand Old Party se fueron plegando al nuevo líder.