El presidente brasileño, en cuyo gobierno las Fuerzas Armadas tienen un papel preponderante, autorizó la publicación de nuevas hipótesis de conflicto. Venezuela, en primer lugar.

La nueva Política Nacional de Defensa de Brasil, a la que tuvo acceso el periódico O Estado de Sao Paulo, advierte que América del Sur dejó de ser una región libre de conflictos armados, por lo que se debe preparar a las Fuerzas Armadas para intervenir en posibles “tensiones y crisis” en el continente y defender los intereses nacionales o resolver conflictos locales.

Se trata de la primera vez desde 1999 que en la directriz estratégica nacional se menciona una posibilidad de conflictos externos, pero el presidente Jair Bolsonaro -él mismo capitán de reserva del Ejército- le ha dado un giro a su Administración con la incorporación de militares en actividad en puestos clave.

“No se pueden ignorar las tensiones y las crisis en el entorno estratégico, con posibles consecuencias para Brasil, de modo que pueda verse motivado a contribuir a la solución de posibles controversias o incluso para defender sus intereses”, señala el documento, que añade no obstante que el Estado debe “profundizar los lazos” en la región.

En el acápìte sobre política exterior se mencionan “posibles desarrollos” de conflictos en los países vecinos. No se especifica cuáles son esos países, pero el periódico señala que las autoridades venezolanas, encabezadas por el presidente Nicolás Maduro, representan “la principal fuente de tensión”, según el documento. 

“Un área de interés geoestratégico”. Como prioridad en el ámbito de la Defensa se enumeran las zonas donde se concentran los poderes del país, como Brasilia o Sao Paulo, las regiones fronterizas y la Amazonia. “La Amazonia, así como el Atlántico Sur, es un área de interés geoestratégico para Brasil. La protección de la biodiversidad y de los recursos minerales e hídricos, así como del potencial energético, es una prioridad para el país”, señala la nueva doctrina.

También se menciona la pandemia de coronavirus, que requirió el despliegue diario de unos 34.000 militares, de acuerdo con el ministerio de Defensa.

Esta participación de tropas se convirtió en la mayor que ha visto el país desde la Segunda Guerra Mundial, cuando 25.800 soldados fueron movilizados, destaca O Estado de Sao Paulo.

La nueva versión del documento de 21 páginas, que describe los objetivos del país en el ámbito de Defensa, será enviado al Congreso el próximo 22 de julio.

Junto con el “Libro Blanco de la Defensa”, que determina la organización de la estructura militar nacional, y la Estrategia de Defensa Nacional, que define las disposiciones para alcanzar objetivos de Defensa, la Política Nacional forma parte de un paquete de documentos que se actualiza cada cuatro años.