En la semana del 200º aniversario del creador de la bandera, esta crónica rescata la memoria de un hombre de armas crucial en una de las campañas más exóticas y complejas que comandó Belgrano: la expedición al Paraguay.

En su carrera militar, el general Manuel Belgrano tuvo en sus ejércitos a múltiples subordinados que lo acompañaron en diferentes escenarios bélicos. Las líneas que siguen buscan recordar a uno de los tantos jefes militares que sirvieron a sus órdenes: nos referimos al coronel Tomás de Rocamora, quien participó en una de las campañas más exóticas y complejas que comandó Belgrano: la expedición al Paraguay.

Tomás de Rocamora era oriundo de las lejanas tierras centroamericanas pues nació en Nicaragua en 1743. Se inició en la carrera militar en 1750 y participó en varias campañas militares españolas contra los portugueses en el Río de la Plata y Brasil (1762-1777).

Entre 1782 y 1786, prestó servicios en Gualeguay Grande (actual provincia de Entre Ríos), donde desplegó una notable actividad progresista. Promovió el conocimiento de la región, organizó y definió el territorio con el rango de “Provincia” y le otorgó el nombre de “Entre Ríos”. Fomentó la colonización, la explotación agropecuaria y el aprovechamiento racional de sus recursos naturales. Impulsó el orden y la justicia, y protegió a las poblaciones más humildes. En 1783 fundó los pueblos de Gualeguay, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú. Ante la amenaza portuguesa desde Brasil, destacó la importancia estratégica del territorio y de los ríos Paraná y Uruguay.

Tras cumplir destinos militares en Buenos Aires y Montevideo y ascender a coronel en 1802, Rocamora fue enviado a la Gobernación Política y Militar de Misiones como Teniente de Gobernador y Comandante Militar del departamento de Yapeyú, subordinado al gobernador intendente del Paraguay brigadier Bernardo de Velasco.

Cumplía el coronel Rocamora aquellas funciones en el lejano territorio de Misiones cuando se produjeron en Buenos Aires los acontecimientos que provocaron la Revolución del 25 de mayo de 1810 y la formación de la Junta Provisional Gubernativa.

El 18 de junio de 1810 Rocamora reconoció a la Junta y adhirió a la Revolución de Mayo. Entre sus primeras medidas comunicó a los departamentos de Misiones de los sucesos de Buenos Aires, expuso su posición ante la Junta porteña y planificó la defensa de la frontera de Misiones.

El 8 de julio de 1810 realizó una reunión general en el pueblo de Candelaria en la cual ese departamento y los de Yapeyú y Concepción aceptaron la autoridad de la Junta de Buenos Aires.

En aquellos críticos momentos, Rocamora alertó a la Junta de Buenos Aires sobre la actitud del gobernador Velasco, quien se opuso a la Revolución de Mayo y estableció una alianza con Montevideo para formar un eje realista opuesto a las autoridades porteñas.

En aquel contexto, y contando con escasos recursos, Rocamora se puso al frente de la defensa de Misiones. Creó una compañía de aborígenes guaraníes y protegió la frontera Oriental con Brasil para enfrentar incursiones portuguesas. El 10 de agosto de 1810 informó a la Junta de Buenos Aires sobre la situación política, estratégica y militar de Misiones, y solicitó auxilios para defender el territorio y contener igualmente las maniobras del eje realista Asunción-Montevideo.

Rocamora señaló a la Junta que su situación en Misiones era comprometida, ya que se encontraba rodeado por tres frentes hostiles: Paraguay, Montevideo y los portugueses de Brasil. Fue por ello que sugirió separar a Misiones de la Gobernación Intendencia del Paraguay. El 13 de agosto de 1810 la Junta de Buenos Aires ordenó a Rocamora cortar las comunicaciones de Misiones con el Paraguay y Montevideo. Paralelamente, como Rocamora negó ayuda militar y obediencia al brigadier Velasco, éste lo declaró traidor y ordenó su captura.

Para él, las claves de la defensa de Misiones estaban en Yapeyú y Candelaria. Desde Yapeyú podrían cortarse las comunicaciones con Montevideo, en tanto que Candelaria serviría como base operaciones durante una campaña al Paraguay. Así, fortaleció Yapeyú con milicias guaraníes y piezas de artillería, se preocupó por adiestrar sus fuerzas y desplegó tropas en distintos puntos de Misiones y de la costa del río Uruguay.

El 16 de septiembre de 1810 la Junta Provisional Gubernativa de Buenos Aires aceptó el consejo de Rocamora y separó a la Gobernación Política y Militar de Misiones de la jurisdicción del Paraguay. En aquella misma fecha, la Junta designó al propio Rocamora como gobernador titular de Misiones.

Como tal participó en la expedición del general Manuel Belgrano a la Gobernación Intendencia del Paraguay, entre septiembre de 1810 y marzo de 1811.

Hasta que llegara el Ejército de Belgrano a Misiones, Rocamora debía resistir y sostenerse con todas las fuerzas reunidas de su gobernación, compuestas especialmente por milicias de guaraníes.

Fue designado Cuartel Maestre General del Ejército expedicionario y estableció su centro de operaciones en Yapeyú. Su misión en la campaña al Paraguay consistiría en conducir las milicias guaraníes de Misiones y prestar apoyo en la retaguardia y los flancos del Ejército del general Belgrano.

Las milicias misioneras de Rocamora fueron enviadas a la costa del Alto Paraná para evitar ataques desde el río. A mediados de diciembre de 1810, el general Belgrano estableció su cuartel general en Candelaria, cruzó el Alto Paraná y derrotó a los paraguayos en Campichuelo (19 de diciembre de 1810). Luego tomó Itapúa (Encarnación) y se dirigió hacia Asunción. Por esos días, Rocamora llegó al puerto de San José.

Sus tropas misioneras cruzaron el Alto Paraná y se establecieron en Itapúa. Luego se movilizaron para ubicarse en la retaguardia del Ejército porteño y seguir el avance de Belgrano hacia el Norte para unirse a sus fuerzas en algún momento.

Rocamora no intervino en el combate de Paraguarí (19 de enero de 1811), pero parte de sus fuerzas misioneras quedaron desplegadas en el río Tebicuary. Rocamora envió tropas desde Itapúa para incorporarse al Ejército de Belgrano pero no alcanzaron a luchar en Paraguarí. Cuando el Ejército porteño fue vencido en aquel combate, Belgrano se retiró hacia el Sur y estableció nueva posición en torno al río Tacuarí. Las fuerzas de Rocamora apoyaron y cubrieron ese repliegue desde la retaguardia.

Para mantener abierta una vía de retirada y cruzar el Alto Paraná, el 21 de enero de 1811 Belgrano envió a Rocamora a defender Itapúa, Candelaria y San José ante una escuadrilla naval paraguaya que operaba en el Alto Paraná para hostilizar al Ejército porteño por el Sur. A fin de reforzar las costas de aquel río, Rocamora mandó artillería y fusileros a Campichuelo, los que rechazaron un ataque fluvial paraguayo al paso de Candelaria.

Durante el combate de Tacuarí (9 de marzo de 1811), el coronel Rocamora se encontraba con sus tropas misioneras desplegadas en Itapúa; sin embargo, entre las fuerzas que lucharon con el general Belgrano en Tacuarí se registró la presencia de dos compañías de “naturales de Misiones”. Al momento de iniciarse la lucha, Rocamora envió pertrechos, vestuario y armas para auxiliar a Belgrano. Tras su derrota en Tacuarí, éste informó que había conferenciado largamente con Rocamora “y convinimos en que la conquista del Paraguay es obra muy larga, y que siendo Montevideo la raíz de aquel árbol, debemos ir a secarla”.

A fines de marzo de 1811, el Ejército de Belgrano evacuó el Paraguay, cruzó el Alto Paraná y entró en Candelaria, apoyado por el contingente misionero de Rocamora. Concluida la campaña, Belgrano lo distinguió y lo recomendó para ascender al grado de brigadier “por sus muy dilatados y buenos servicios de más de sesenta años, que a él se le debe la fundación de varias villas, que ha sido el único gobernador que ha sostenido y defendido las causas sagradas”.

A principios de abril de 1811, Belgrano sugirió a las autoridades de Buenos Aires reemplazar al coronel Rocamora, por razones de edad, en su cargo de gobernador Político y Militar de Misiones. En mayo de aquel año, Rocamora ya había cesado en ese cargo.

Al regresar del Paraguay, Rocamora integró, por poco tiempo, el Ejército Auxiliar que operaba en la Banda Oriental, también a las órdenes de Belgrano. Luego fijó su residencia en Buenos Aires.

El 23 de septiembre de 1811 apoyó la formación del Primer Triunvirato y por unos meses se desempeñó en la Comisión Militar y como subinspector de Armas de la Capital. Se retiró el 16 de enero de 1812.

Rocamora falleció en la ciudad de Buenos Aires el 17 de marzo de 1819 y su cuerpo fue sepultado en el templo de Nuestra Señora de la Merced.

Este fue un veterano militar con alto espíritu de servicio, experiencia de gobierno y compromiso con las ideas de la Revolución de Mayo. Esas cualidades y su conocimiento del lejano territorio de Misiones le permitieron formar parte del Ejército porteño en la difícil campaña al Paraguay, donde, pese a las importantes y múltiples complicaciones que presentó aquella expedición, se desempeñó como un firme y esforzado subordinado del general Belgrano.

* Magíster en Defensa Nacional. licenciado y profesor en Historia. Docente de la Armada Argentina, de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y de la Fuerza Aérea Argentina