Los mandatarios de Argentina y Chile destacaron “la relación histórica” que une a ambos países luego del enojo del otro lado de la Cordillera por algunas expresiones del jefe de la Casa Rosada.

El presidente Alberto Fernández conversó hoy con su par chileno, Sebastián Piñera, acerca del impacto del coronavirus en el cono sur y ambos coincidieron en la necesidad de avanzar en una agenda de trabajo conjunta, como gesto para bajar la tensión que había aparecido en la relación entre ambos gobiernos a uno y otro lado de la Cordillera de Los Andes.

Tanto Fernández como Piñera coincidieron en fortalecer la integración regional para combatir a dos adversarios comunes: “la pandemia y la recesión”, según informó el comunicado de Presidencia.

Durante la comunicación telefónica, que tuvo una duración de 45 minutos, ambos mandatarios destacaron el vínculo personal que mantienen y la relación histórica que une a Argentina y Chile.

“Más allá de cualquier diferencia, tenemos que unirnos en estos difíciles momentos que atravesamos por la pandemia”, señaló Casa Rosada en un comunicado difundido después del contacto entre los presidentes.

Fernández y Piñera coincidieron en que el impacto del coronavirus “nos ha dado vuelta la economía a todos” y señalaron que están enfrentando a “los mismos dos adversarios: la pandemia y la recesión”.

“Tenemos que promover un sistema de integración latinoamericana con esos dos enemigos que son comunes a todo el continente”, enfatizó el presidente Alberto Fernández, desde la Residencia de Olivos.

Respecto a la agenda entre los dos países, destacaron que seguirán colaborando en temas de interés común para facilitar el tránsito de personas y cargas por los pasos fronterizos, con todas las medidas de precaución sanitarias, y avanzarán en un sistema logístico de aduanas integradas, señala el comunicado.

“Mantengamos nuestra buena relación que es fundamental, un saludo para todos los argentinos”, se despidió el presidente Piñera, en un saludo que el mandatario argentino retribuyó con un: “Espero verte pronto y estrechar en un abrazo a todos los chilenos”.

Con esta comunicación, ambos mandatarios buscaron bajar la tensión luego de que el subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile, Raúl Fernández, citara este domingo al encargado de negocios de Argentina, Carlos Mascías, para expresarle la “profunda extrañeza” de su Gobierno ante unos comentarios del presidente argentino, que “constituyen una injerencia en los asuntos internos” de su país.

La semana pasada, Fernández participó en una videoconferencia con “políticos” chilenos en la que hizo un llamado a que la oposición recupere su unidad.

“Tales afirmaciones no facilitan ni contribuyen a continuar avanzando en una agenda bilateral que ha sido fructífera y que se ha desarrollado bajo diversos gobiernos en los dos países”, señala el comunicado de la cancillería chilena.

La semana pasada se produjo otro cortocircuito entre Buenos Aires y Santiago luego de que el primer mandatario argentino divulgara unos gráficos con estadísticas sobre cómo vienen enfrentando los dos países la pandemia de coronavirus.

Las autoridades chilenas criticaron entonces el “triunfalismo” de Fernández y rechazaron la comparación.