Parte de la población y la Comisión Europea rechazan la valla que tendrá 12,5 kilómetros.
El gobierno griego confirmó hoy su intención de construir un muro de protección en la frontera con Turquía para disminuir la inmigración ilegal, pese al rechazo de la Comisión Europea (CE) y de parte de su población.
El portavoz de la CE, Michele Cercone, rechazó la iniciativa del gobierno heleno y sostuvo que “los muros han demostrado no ser soluciones a largo plazo” en ningún lado.
“Grecia necesita reformas y medidas estructurales y sólidas, y no un muro”, dijo Cercone, tras repudiar la medida junto con organizaciones de Derechos Humanos.
El gobierno de Atenas construye a orillas del río Evros una valla con cámaras térmicas y sensores de movimiento bautizado por la oposición como “El muro de la vergüenza”, que tendrá 12,5 kilómetros en abril próximo.
En principio, el muro iba a ocupar 206 kilómetros, aunque el ministro griego de Protección Ciudadana, el socialista Christos Papoutsis, señaló que la administración helena corrigió sus planes.