Según las milicias locales en Afganistán, en la aeronave viajaban “oficiales de alto rango” del ejército estadounidense que “murieron en el acto”.
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Afganistán admitieron hoy que se estrelló un avión de su flota, pero los talibanes afirman que ellos derribaron la aeronave, en medio de enfrentamientos que se desarrollan en paralelo a las conversaciones de paz en el país.
El vocero de las fuerzas de EEUU en Afganistán, el coronel Sonny Leggett, indicó que “el bombardero E-11A se estrelló hoy en la provincia de Ghazni, Afganistán”.
“Mientras que la causa del siniestro está bajo investigación, no hay indicios de que el siniestro fuera causado por fuego enemigo. Proporcionaremos información adicional cuando esté disponible”, sostuvo el jefe militar en su cuenta oficial de Twitter.
Por su parte, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea estadounidense, el general David Goldfein, admitió en declaraciones al portal Military.com que se desconoce “el estado de la tripulación”.
Sin embargo, los talibanes insisten en que ellos derribaron el avión en el que, según un portavoz citado por Al Arabiya, viajaban “oficiales de alto rango” del Ejército de EEUU que “murieron en el acto”.
Durante el fin de semana, al menos 48 talibanes murieron en los últimos bombardeos del Ejército afgano en seis provincias del país.
En la provincia de Badghis, los ataques se saldaron con la muerte de 17 insurgentes y dejaron heridos a otros diez, según una publicación del ministerio de Defensa afgano en su cuenta de Twitter.
En Helmand y Balj, la aviación afgana y fuerzas de infantería mataron a 11 y 14 talibanes, respectivamente; y en las provincias de Nimruz (suroeste), Kunduz (norte) y Nangarhar (este), a dos en cada una.
Estos enfrentamientos se desarrollan en paralelo a las conversaciones de paz entre Estados Unidos y los líderes talibanes, con la dificultad añadida que supone para un desenlace en forma de alto el fuego. Hasta ahora, los talibanes han condicionado el proceso de paz en Afganistán a la retirada de las tropas extranjeras e insisten en acordar el calendario de su repliegue directamente con Washington y no con el Gobierno afgano.