“En nombre del pueblo de la provincia de Kermán, pagaremos un premio de 3 millones de dólares en efectivo”, anunció Ahmad Hamzeh.
El parlamentario iraní Ahmad Hamzeh le puso precio a la cabeza del presidente de EEUU, Donald Trump, y, como el viejo oeste, ofreció una recompensa de 3 millones de dólares a quien acabe con su vida.
Según informa la agencia de noticias iraní ISNA, Hamzeh dijo en una intervención en la sede del Parlamento que, “en nombre del pueblo de la provincia de Kermán, pagaremos un premio de 3 millones de dólares en efectivo a quien mate a Trump”.
Kermán es la ciudad natal del general iraní Qassem Soleimani, quien fue asesinado en un ataque aéreo de EEUU el pasado día 3 en el aeropuerto de Bagdad (Irak).
El legislador no explicó si la decisión de amenazar al presidente estadounidense fue tomada por líderes clericales iraníes o el gobierno provincial.
Nuevas tensiones. El ataque de EEUU en la capital iraquí acabó con la vida de diez personas,,además de Soleimani y el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
El Pentágono afirmó que ese ataque “tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes” y acusó a Soleimani de “desarrollar activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”.
Soleimani fue una figura clave en la dirección de las acciones militares de Irán en Oriente Medio y que desde hacía dos décadas lideraba las Fuerzas Quds, la unidad de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica responsable de las operaciones especiales en el extranjero.
Teherán prometió vengar el asesinato y el presidente Hasán Rohaní señaló que su país, así como otros de la región, “vengarán el martirio de Soleimani”, mientras que el líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí, afirmó que a los “criminales” que mataron al general les espera una dura venganza.
El pasado 8 de enero, Irán lanzó decenas de misiles balísticos de corto alcance contra la base aérea iraquí de Al Asad, donde se encuentran acantonadas tropas estadounidenses, y contra una instalación de EEUU en la región kurda. En el ataque resultaron heridos once soldados estadounidenses.
Horas después del ataque iraní, Trump advirtió que su país continuará ejerciendo “la máxima presión” sobre Irán e impondrá “sanciones económicas adicionales”.