En cambio, los lastimados en Año Nuevo en hospitales oftalmológicos fueron al menos 43.
El hospital de Quemados no registró heridos desde la tarde de ayer hasta la madrugada de hoy. Esto significa que por primera vez desde hace al menos 38 años no ingresaron heridos por los festejos de Año Nuevo.
“Por primera vez en los 38 años que llevo como jefe de guardia, no tuvimos que atender heridos”, explicó Eduardo Strusi, jefe de guardia de ese centro asistencial a la prensa en el puerta del hospital ubicado en el barrio porteño de Caballito.
En tanto, al menos 26 personas resultaron heridas y tuvieron que ser atendidas en el hospital oftalmológico Santa Lucía, de acuerdo al parte del ministerio de Salud de la Ciudad.
Las personas ingresaron por lesiones provocadas por la pirotecnia, siendo 11 de ellas menores de 15 años y solo un adulto se encuentra en grave estado, según informó hoy el encargado de Guardia, José González del Cerro.
“El porcentaje de niños heridos relacionados con las fiestas siempre se mantiene en un 50 por ciento”, indicó a Télam Del Cerro desde la guardia del centro ubicado en en el barrio porteño de San Cristóbal.
Del total de lesionados, solo uno fue por causa de un corchazo, otro por violencia y el resto por el uso de pirotecnia.
Asimismo, el médico recalcó que aumentó la cantidad con respecto al año pasado pero admitió que el porcentaje de lesionados “viene bajando desde el 2015 que se registraron 33 pacientes”.
En tanto, el Instituto Oftalmológico Pedro Lagleyze tuvo “la menor estadística entre el 2012 y el 2019 atendiendo a 17 heridos, 11 de ellos a causa de manipular pirotecnia”, según el parte oficial del Gobierno porteño.
“Dos adultos y un niño de 4 años presentan heridas de gravedad, todos por pirotecnia pero ninguno por corchazos”, señaló hoy a Télam la jefa de Guardia, Cecilia Cabrero, desde la puerta del centro de salud del barrio porteño de Villa General Mitre.
Con respecto al estado del niño, señaló que “le van a realizar una cirugía por heridas en el ojo provocadas por una bomba estruendo que le arrojaron debajo del asiento en el que el nene estaba sentado”.