Lo hizo la ministra de Justicia, Marcela Losardo, en la cena de camaradería de la Asociación de Magistrados.
El juez federal Daniel Rafecas es el candidato que propondrá el Gobierno como próximo Procurador General de la Nación, el jefe de todos los fiscales, según informó a La Nación la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo, en la cena de camaradería de la Asociación de Magistrados.
Este encuentro reúne a jueces de diferentes fueros e instancias, incluida la Corte Suprema -estaban el presidente y la vicepresidenta, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton-, pero esta vez se registró una fuerte presencia de funcionarios del nuevo gobierno y un discurso de la ministra convocando a los jueces a trabajar juntos.
Además de Losardo, estuvieron el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y los elegidos para ser viceministro de Justicia y representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Juan Martín Mena y Gerónimo Ustarroz, respectivamente.
Losardo participa de estas cenas desde que fue secretaria de Justicia del kirchnerismo y nunca dejó de asistir, pero su discurso y las presencias del Ejecutivo fueron leídos como una señal de alivio en medio de las críticas de Alberto Fernández y Cristina Kirchner al Poder Judicial.
La Asociación de Magistrados fue muy crítica de la relación del gobierno de Cristina Kirchner con la Justicia.
Para convertirse en el nuevo procurador, Rafecas, actualmente titular de uno de los doce juzgados federales de Comodoro Py, deberá conseguir el acuerdo del Senado.
Con 52 años y 32 en Tribunales, Rafecas es doctor en Derecho Penal de la UBA y profesor de esa universidad, igual que el Presidente.
Antes del primer plato, Losardo dio un discurso en el que pidió a los jueces unirse “para que nunca más haya políticos ni poderosos tomando decisiones que solo le corresponden a la Justicia”. Los magistrados la aplaudieron.
Los convocó además a trabajar con el nuevo gobierno en las reformas judiciales “necesarias” para que el Estado esté “a la altura de las demandas sociales”.
“Debemos repensar muchas políticas”, afirmó. Recordó que ella es la primera mujer ministra de Justicia y destacó la labor de las mujeres juezas. “Quiero recordar a Carmen Argibay”, dijo, e hizo mención a sus acciones en defensa de las mujeres.
Sostuvo que la sociedad está desilusionada de los funcionarios públicos en general y dijo que los jueces no están exceptuados. Pero, en un gesto a los magistrados, contó que la enojaba cuando le preguntan sobre la mala imagen de la Justicia, porque -dijo- la mayoría son “justos y probos” y “por algunos, solo por algunos, esa mayoría carga una mochila que no le corresponde”. Cerró con la promesa de que su despacho estaría siempre abierto.
Rosenkrantz dio el último discurso, en el que habló de “las virtudes judiciales” y dijo que la virtud cardinal es “el apego a las normas”. Y completó: “Si los jueces debemos ser militantes en algo, debemos ser solo militantes del derecho”.