Antes de volver al país, el presidente electo recibió al director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Mauricio Claver-Carone.
MÉXICO DF.- Después de su comentada clase magistral en el colegio San Ildefonso, organizada por la Universidad Nacional de México el martes pasado, el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, recibió en el hotel donde se hospedaba a Mauricio Claver-Carone, director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos.
“No tengo ganas de llevarme mal con Estados Unidos”, había dicho el próximo mandatario en otro pasaje de su visita a México, y su inesperado contacto con Claver pareció ir en esa línea, luego de recibir la semana pasada las felicitaciones telefónicas del propio presidente Donald Trump.
En la charla ante alumnos e invitados a la cátedra, Fernández aseguró que Cristina Kirchner “es víctima de un sistema judicial que articularon para perseguir a los líderes populares” y Lula “quizás esté preso porque consiguió que más de la mitad de los brasileños sean parte de la clase media”.
Luego le aconsejó al público, mayoritariamente joven, que “no miren al norte, miren a Europa, debemos estar unidos en economías regionales. Voy a trabajar incansablemente en unir América Latina en un solo continente. Sé que no estoy solo”. Y acusó: “En este tiempo nos han dividido y en la división, alguien se aprovechó de nosotros”.
Aunque no se conoció en detalle el contenido de la charla entre el futuro presidente argentino y Claver, un “halcón” del NSC que milita en el ala dura del “antimadurismo”, se filtró que naturalmente hablaron de la crisis en Venezuela, para la que Fernández tiene una postura diferenciada de la de Washington.
De la reunión con Claver-Carone, un defensor de las sanciones económicas al régimen de Maduro, también participó el diputado Felipe Solá, quien se consolida como posible canciller del próximo gobierno. El exgobernador bonaerense advirtió el martes que no cambiará su postura sobre Venezuela “por el tema de la deuda”.
En otro paso de su “minué” de diferenciación con EEUU, Alberto manifestó su preocupación por la situación en Ecuador, donde considera que se están deteniendo opositores acusándolos de rebelión.
El martes mismo, el futuro ocupante de la Casa Rosada fue entrevistado para la TV rusa por Rafael Correa, el expresidente ecuatoriano, enemigo acérrimo de su sucesor, Lenin Moreno.
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El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández (@alferdez), estará en una nueva edición de #ConversandoConCorrea
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Durante su estadía de cinco días en México, Fernández dejó en claro su predisposición a “unir Latinoamérica” pero “sin pelearse con nadie”. De hecho, dejó trascender que durante la llamada con Trump, le pidió ayuda para renegociar la deuda con el FMI, y le recordó que “otro presidente republicano, George Bush, ayudó mucho con la deuda” durante el primer gobierno kirchnerista. “Tenemos voluntad de cumplir nuestras obligaciones, pero no podemos pedirle más sacrificios a la gente”, dijo Fernández en su última conferencia de prensa.
Claver-Carone fue hasta hace poco el director representante de Estados Unidos en el Fondo Monetario, lo que dio pábulo a la versión de que también conversaron del tema.