El pánico se apoderó de los ahorristas a pesar de la negativa del Gobierno. En La Paz, miles de personas intentaron retirar sus ahorros depositados en mutuales y bancos.
“A lo mejor algunos compañeros están retirando dinero para su Año Nuevo, tienen su derecho a sacar, pero no va a haber ningún corralito bancario”, aseguró el presidente boliviano Evo Morales.
La aclaración del mandatario surgió luego de que miles de ahorristas intentaran ingresar por la fuerza a mutuales y sucursales bancarias de La Paz por los rumores de que el Gobierno planeaba imponer restricciones al retiro de dinero luego del fuerte aumento del precio de los combustibles.
El miedo a una retención de ahorros por decreto hizo que los ahorristas reclamaran la devolución de su dinero en las entidades bancarias paceñas, lo que produjo momentos de tensión, empujones y agresiones de la gente a la policía.
El estricto control policial impidió que los afligidos ciudadanos violentasen las puertas de acceso de las sucursales financieras en La Paz.
A pesar de las explicaciones de las autoridades gubernamentales y de los ejecutivos de la banca privada, todas las entidades bancarias sintieron ayer el pánico de los ahorristas en sus puertas ante la presunta retención de depósitos, como sucedió en Argentina en 2001.
Los rumores provocaron que las agencias financieras de bancos y mutuales, los cajeros automáticos e incluso las casas de cambios fueran rebasados por miles de usuarios en el país.
A las puertas de los bancos, mutuales y financieras se formaron filas de hasta 300 personas, pero a medida que la hora de cierre se aproximaba, la tensión fue en aumento al extremo de generar violencia de los clientes para entrar por la fuerza hacia las cajas.
El ministro de Economía, Luis Alberto Arce, en compañía de los presidentes del Banco Central de Bolivia (BCB), Marcelo Zabalaga, y el de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Juan Carlos Salaues, hicieron un llamado a la calma a la población.