La Argentina reconoció este lunes a Palestina dentro de los límites existentes antes de la Guerra de los Siete Días. Hubo decepción en Israel y festejos en la embajada palestina. Brasil anunció la misma decisión el viernes pasado y se espera que lo haga Uruguay.

La administración de Cristina Fernández comunicó el lunes la decisión de reconocer a Palestina, como Estado “libre e independiente” y provocó la reacción del gobierno de Israel que se expresó “decepcionado” y advirtió que “no ayudará” al proceso de paz en la región.

La misma decisión anucnió el viernes pasado Brasil y en Israel esperan un pronunciamiento similar de Uruguay, que se sumaría a más de un centenar de países ya reconoce al Estado de Palestina, entre ellos todos los árabes, los países africanos, casi todos los asiáticos y de Europa del Este.

“Es una declaración decepcionante que va contra el espíritu de los acuerdos entre Israel y los palestinos, y contra las negociaciones de paz”, dijo el vocero del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Yigal Palmor, citado por agencias internacionales.

En cambio, en la embajada palestina en Buenos Aires se consideró como “un día de alegría y entusiasmo”.

“La presidenta Cristina Fernández remitió hoy una nota al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, por la cual le comunica que el gobierno argentino reconoce a Palestina como un Estado libre e independiente dentro de las fronteras existentes en 1967 y de acuerdo a lo que las partes determinen en el transcurso del proceso de negociación”, anunció el canciller Héctor Timerman.

Los límites corresponden a los existentes antes de la Guerra de los Siete Días, cuando Israel ocupó Cisjordania, Jerusalén este y la Franja de Gaza, los territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado. Israel se retiró de Gaza en 2005, pero conserva el control de gran parte de Cisjordania y Jerusalén este.

Palestinos e israelíes reiniciaron este año conversaciones de paz que fracasaron cuando Israel decidió avanzar en la construcción de asentamientos en Cisjordania, tierras que reclaman los palestinos para la construcción del Estado.

En la embajada de Israel en Buenos Aires interpretaron que la declaración argentina no afectará las “muy buenas relaciones” bilaterales.

Para el embajador Daniel Gazit, “las relaciones entre Argentina e Israel son muy buenas” aunque de todas maneras criticó la posición argentina al considerar que las negociaciones en Medio Oriente deben darse sin el condicionamiento palestino para que cesen las construcciones y aceptando que las fronteras de 1967 son inviables y que deben ser negociadas.
Timerman consideró que los sucesivos fracasos en las negociaciones de paz condujeron a “un estado de profunda frustración” y destacó que “el gobierno argentino comparte con sus socios del Mercosur, Brasil y Uruguay, que ha llegado el momento de reconocer a Palestina como un estado libre e independiente”.
En ese sentido, Timerman recordó que el Mercosur también mantiene “relaciones de amistad y cooperación con Israel” y recordó el acuerdo de libre comercio que “es el primero llevado por el bloque regional con un país fuera de América Latina”.

“Las autoridades argentinas consideran necesario transmitir con esta decisión el profundo interés de nuestro país porque pueda lograrse un avance definitivo en el proceso de negociación que conduzca al establecimiento de una paz justa y duradera en Medio Oriente”, aseveró.

La Argentina tuvo gestos también a favor de Israel, como reclamar un tribunal internacional para juzgar a los iraníes sospechosos de ser responsables del atentado contra la sede de la AMIA, la mutual judía en Buenos Aires, expresado por la Presidenta en su última intervención ante la Asamblea de la Naciones Unidas