La operación se concretó con 800 efectivos de la policía militar, helicópteros y blindados de la Marina. Los narcos negociaban ayer una salida pero recibieron un ultimátum.
El conjunto de las favelas de la zona norte de Río de Janeiro fue invadido hoy por la mañana por policías y soldados de las Fuerzas Armadas brasileñas em una operación antidrogas que, aunque no concluyó, ya logró secuestrar más de 7 toneladas de marihuana.
Los operativos conjuntos comenzaron el domingo pasado y en los enfrentamientos al menos murieron 32 personas, entre narcos y policías.
En uno de los primeros operativos, policías del 12º Batallón (Niterói) detuvieron a dos traficantes que dominaban el área. En otra acción en Largo dos Coqueiros, las fuerzas legales secuestraron 500 kilos de marihuana, 50 de crack y cocaína, tres granadas de alto poder, dos fusiles, municiones y radios-comunicadores.
Los policías, como si se tratara de una batalla por un sitio estratégico en una guerra convencional, cerca del mediodía izaron la bandera de Brasil en lo alto del morro do Alemão.
En otros operativos, las fuerzas militares y de seguridad secuestraron 6,5 toneladas de drogas y un verdadero arsenal de armas de guerra.
Sin embargo, la operación policial en el Complejo de Alemão puede durar meses, según el comandante geral de la Policía Militar, coronel Mário Sérgio Duarte. “Desde el comienzo dijimos que no resolveríamos todo en un día, tenemos un trabajo muy largo en adelante (ya que) estamos verificando todas las posibilidades de encontrar personal y material (de los narcos). Necesitamos chequear todo y ahora es hora de hace eso”.
El coronel Duarte aseguró también que la población no asistirá más a la “procesión del mal”, en alusión a las imágenes de decenas de criminales huyendo de la Villa Cruzeiro para el Complejo do Alemão, exhibidas el jueves pasado, cuando la operación antidrogas se profundizó.
El gobernador del estado de Río de Janeiro, Sérgio Cabral Filho, destacó por su parte hoy que la unión de las fuerzas para combatei el tráfico en Río de Janeiro sirvió para recordar que “este trabajo es de medio y largo plazo”.