Néstor Gorosito es un director técnico de otra época. Criado futbolísticamente en la década del ’80 y brillando con luz propia en los ’90, tuvo las enseñanzas de entrenadores muy diferentes a los “estudiosos” (como si aquellos no estudiaran, aunque de otra manera) de la actualidad. Enemigo de las palabras modernas, de un lenguaje directo y concreto, defensor a ultranza de la intimidad del vestuario, “Pipo” comando un Gimnasia y Esgrima La Plata que busca lo que nunca logró desde 1931, cuando se instauró el profesionalismo en el fútbol: ganar una liga de Primera División. Los hinchas “triperos” tienen un antecedente extra para mantener la ilusión tantas veces ahogada: él también fue el DT de un Tigre campeón en la “A” cuando ya había descendido a la “B”.
En junio de 2019 Gorosito quedó en la historia del equipo de Victoria, lugar que es su pago chico. Aunque ya había descendido (“Pipo” hizo un gran trabajo pero no pudo contra un promedio que había empezado muy flaco por campañas anteriores) llegó a la final de la Copa de la Superliga y le ganó la final al Boca de Gustavo Alfaro por 2-0 en Córdoba.
La única estrella de Primera División que Tigre pudo bordar en su camiseta en 119 años de historia lo hizo con el hombre de rulos en el banco. Por eso, en el Bosque platense, es imposible apagar una ilusión postergada por 91 años: un título de liga profesional.
El “Lobo” tiene en sus vitrina la Copa Centenario, de 1993, que se puso en juego por única vez al cumplirse un siglo de la fundación de la AFA. No fue formato de liga, sino similar a la Copa que ganó Tigre en 2019. Para encontrar su último (y primero a la vez) trofeo correspondiente a una liga hay que bucear hasta 1929, cuando el fútbol todavía era amateur en Argentina.
En 2019, Gorosito le ganó a Boca. Ahora, el “Lobo” tiene al “Xeneize” un punto atrás. Con Atlético Tucumán desinflándose, el equipo dirigido por Hugo Ibarra -tras ganarle el Superclásico a River Plate- se convirtió en el candidato de “la cátedra” pero en el enemigo de Gimnasia, que tiene con qué para ilusionarse.
El arquero campeón 2019 fue Gonzalo Marinelli, que se formó en las Inferiores de River… igual que Rodrigo Rey, actual guardameta de Gimnasia.
Nicolás Colazo era el lateral izquierdo del Tigre campeón… y es el lateral izquierdo del “Lobo” que quiere salir campeón.
El “10” del equipo, posición que tenía Gorosito en la cancha cuando estaba de pantalones cortos, era el talentoso y experimentado Walter Montillo en el “Matador” 2019. Ahora, el eje de Gimnasia es Brahian Aleman, un experimentado uruguayo, talentoso, que al igual que Montillo hace tres años, parece haber sido poseído por el espíritu del “Pipo” futbolista, que hacía jugar a los demás.
Las caprichosas casualidades no lo son tantos cuando ve jugar a Gimnasia. Puede ganar, empatar o perder. Pero sabe a lo que juega. Y hasta ahora ganó más de lo que empató o perdió. Y por eso, va para romper una de las rachas malditas más famosas del fútbol argentino: la sequía de GELP. Comanda “Pipo” Gorosito, que sabe de ese tipo de gestas. ¿Esta vez alcanzará?