Un aumento de hasta el 60 por ciento en las reparaciones de calefones, termotanques y lavarropas, afectados debido a que el agua que llega a los hogares contiene un alto contenido de sal proveniente del Río de La Plata es una de las consecuencias imprevistas que está produciendo la crisis hídrica que vive Uruguay.
Ante la escasez de agua dulce producto de la baja histórica del embalse Paso Severino a casi el 1% de su capacidad, el gobierno uruguayo autorizó mezclar agua del Río de La Plata, que contiene sodio y cloruros, para abastecer a los hogares de Montevideo y zonas aledañas, pero la calidad del líquido está perjudicando los aparatos y canillas de los usuarios.
“El aumento de reparaciones ha sido muy notorio en los últimos dos meses. Los minerales y el sodio se juntan en el fondo del termotanque y dañan la resistencia. Aumentó un 60%, antes veíamos a 10 o 15 personas por día y hoy estamos atendiendo alrededor de 100”, explicó a la agencia estatal argentina Télam Sergio, encargado de la planta de la empresa Rivomark del barrio Malvín, que brinda el servicio de reparaciones para tres marcas de calefones.