Los restos del naufragio de un submarino a la altura de Quequén y Necochea pertenecieron a la Armada nazi, confirmó la Liga Naval italiana, encargada de la pericia.
“Fue explotado deliberadamente”, determinó la pericia, al recordar que esa era una práctica habitual cuando la tripulación de un barco, o de un submarino en este caso, se rendían, para no dejar rastros.