Con la declinación de Alberto Fernández a la intentona de reelección en las próximas elecciones, el Frente de Todos (FdT) tiene ahora un panorama abierto y sin un candidato claro para intentar retener el poder en octubre.
Si la vicepresidenta mantiene su palabra de que no será candidata a nada, el oficialismo debe empezar a buscar en otros dirigentes sin tanto arrastre electoral quienes traccionen la maquinaria del FdT en las PASO del 13 de agosto, en las que muchos aspiran a llegar con una sola fórmula presidencial, aunque no se descarta un panorama de competencia interna en esos comicios.
El otro referente del espacio, Sergio Massa, desde que asumió como ministro de Economía dejó saber que no tenía intenciones de pelear por el sillón de Rivadavia. Los números de inflación no lo ayudan en los números de encuestas. Pero con la salida del tablero del Presidente, podría volver a jugar fuerte.
Hasta ahora, el Frente de Todos tiene dos precandidatos presidenciales confirmados: Daniel Scioli y Juan Grabois. El embajador argentino en Brasil está en campaña ya hace más de un mes y se muestra como la opción más dialoguista del espacio político. Por su parte, el dirigente social se ha mostrado muy crítico de Alberto Fernández y Sergio Massa, y así como es una opción que todavía no mueve el amperímetro en las encuestas ya ha avisado que apoyaría una candidatura de Cristina Kirchner.
Desde ayer, el que piensa en anotarse en la carrera interna del peronismo es el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien sin la presencia del Presidente dijo que iba a evaluarlo como opción.
El kirchnerismo duro tiene sus fichas puestas en el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, que en los últimos meses se mostró con muchos viajes y fotos como una opción, pero nunca dio el salto y así como es impulsado por La Cámpora, ese origen también le resta ante sectores más tradicionales del PJ.