Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte fueron imputados formalmente por la jueza federal María Eugenia Capuchetti de “haber intentado dar muerte” a la vicepresidenta Cristina Kirchner, y de haber actuado “con planificación y acuerdo previo, aprovechándose de su “estado de indefensión”.

La imputación trascendió anoche de fuentes judiciales, las que destacaron que la magistrada ordenó otras medidas de prueba como un nuevo allanamiento en la vivienda de Sabag Montiel en el partido de San Martín.

El procedimiento se disparó por las imágenes que pudieron rescatarse de la tarjeta SIM del celular del principal imputado, donde se los ve a él y a su novia posando con el arma.

El fiscal Carlos Rívolo fue personalmente al inmueble para hacerse una composición de lugar y tener una impresión fundada de cómo vivía el acusado por el intento de magnicidio.

La jueza Capuchetti, al indagarlos, les leyó que estaban acusados de “haber intentado dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner”, contado para ello “con la planificación y acuerdo previo entre ambos”.

Sabag Montiel, “aprovechando el estado de indefensión generado por la multitud”, apuntó al rostro de CFK “con una pistola semiautomática de acción simple, calibre 32 auto, marca Bersa, modelo Lusber 84 con la numeración ‘25037’ en el lateral izquierdo del cañón”.

La acusación sostiene que el atacante “accionó la cola del disparador (el gatillo) en al menos una ocasión sin que se produzca el disparo pese a encontrarse el arma cargada con cinco cartuchos de bala del mismo calibre y resultar aptas para sus fines específicos”.

Además señaló que Brenda Uliarte “estaba presente en las inmediaciones del lugar” y ambos “arribaron conjuntamente”.

La justicia señaló que los dos “detentaban el arma de fuego secuestrada con sus municiones desde fecha anterior al hecho, cuanto menos desde el 5 de agosto de 2021″.

La jueza les imputó además “haber llevado consigo y/o tenido” el arma de fuego “sin contar con la debida autorización legal” y que “los dos la habían recibido con la numeración parcialmente limada y que lo sabían”.

Esta descripción del hecho y de las pruebas apuntan a que ambos podrían ser procesados por tentativa de homicidio calificado, delito agravado por la presencia de dos o más personas, por el estado de indefensión de la víctima, por la premeditación y por el uso de un arma con los números limados.

Uliarte, en su indagatoria, enfrentada a estos hechos dijo que no tuvo ninguna participación y no contestó las preguntas de la jueza Capuchetti y del fiscal Rívolo. Solo respondió las preguntas de su defensor de oficio Gustavo Kolman, ocasión en la que dijo que le resultaba “aberrante” el ataque a la vicepresidenta, que si bien podía no tener sus mismas ideas, respetaba el disenso, y señaló que sólo fue al lugar acompañando a su novio. Si hubiera sabido lo que iba a hacer, no habría estado allí, aseguró.

Por su parte,  Sabag Montiel se negó a declarar, pero dijo que ni él ni su novia tuvieron nada que ver con el episodio.

La jueza ordenó la búsqueda de tres vehículos de Sabag Montiel, dos de los cuales ya se saben fueron dejados por él en un taller mecánico de San Martín hace más de dos meses por no poder pagar su arreglo.